« BRUTA, CIEGA, SORDOMUDA | Main | EN DIRECTO DESDE GRANADA »

Marzo 29, 2006

MY ENEMIES WALK FREE, QUE CANTABA STING*

Uno. El otro día, mientras estaba sentada en mi restaurante favorito del puerto, pensando en que sería bueno para mí el haber elegido un menú que consistiría en comerse primero unas picantonas habitas con jamón, después un lenguado a la Waleska -manjar de dioses- y por último, uno de los mejores arroces con leche que haya probado jamás, el destello de un piercing y una mirada feroz estuvieron a punto de mandar esa experiencia sensorial al traste.

Era ella. La Neandertal. Comiendo con su novio o amigo especial, más guapo que ella.

...

O__OU

Justo cuando iba por la parte del telefilm en la que mi padre o mi hermano identifican mi maltrecho cadáver, se levantó y aunque por un momento creí que iba a susurrar "rara, rara, rara" al pasar por al lado de mi mesa, siguió ignorándome como hasta entonces. Yo hacía como que también, pero estaba demasiado inquieta para considerar eso como verdad objetiva; aún fantaseé algo con que podía esperarme fuera, pero les vi alejarse lo suficiente. Volví a casa con una minúscula duda razonable, bendiciendo mi costumbre de volver siempre por zonas concurridas y céntricas, pasando de atajos.

Eso sí, no me pareció tan desgraciada como se supone que debería ser para andar acosando a la peña en su trabajo. A lo mejor es que le gusta y todo, esa posibilidad en la que jamás piensan los psicólogos que todo lo justifican.


Dos. Esta mañana, al volver del café con el resto de la clase, he visto al macarra puntilloso. He pensado en que si fuera necesario, me compro una bicicleta y me estampo las veces que sean, todo menos depender de ese energúmeno para mis traslados hasta el puerto o hasta el hotel. De momento me basto con estos sufridos pieses.

Tres. Al pasar por el puerto para mirar sandalias baratas, me ha parado una de mi clase de octavo de E.G.B., y me ha enseñado una hoja con otros móviles de personas del 74 y del 75, al menos, que se habían apuntado a una cena organizada por uno de los contados compañeros de clase que se portó bien conmigo, y no sólo por inacción como otros. Recuerdo cuando me enseñaba sus dibujos en séptimo, intentando hacerme gracia, y todas las veces que me ha llevado gratis en taxi, que siempre me ha tratado bien. Así que se lo he dado.

Pero luego he sido pasto de emociones encontradas, sucediéndose a velocidad de vértigo: tenía ganas de llorar, porque quizá habían cambiado y les sabía mal cómo me habían tratado, a lo mejor el ir a esa cena era una de las cosas más importantes que iba a hacer en la vida, a lo mejor encerraba a mis demonios para siempre en el espejo del ropero.
A continuación, me he sorprendido a mí misma por no desear comprarme un arma y aprovechar la ocasión. No debo ser tan rencorosa como me pinto: la desafortunada discusión que he tenido durante la sobremesa con mi padre me ha dado la respuesta de quién me enseñó que no se perdona ni se olvida, ni se cambia.

Por otra parte, es posible que esté siendo muy ingenua, a lo mejor sólo quieren revivir viejos tiempos y por supuesto, no puede faltar el freak de la clase, que repetirá una vez más su papel. Y yo, al contrario que Carrie White, no tengo poderes telekinésicos.

No podría decir que me entusiasme ir a esta cena, si finalmente llega a producirse: no creo que me guste si alguien confiesa riendo que fue él quién me tiró por las escaleras, o si cierta chica me pregunta si me acuerdo de cuando mi mejor amiga se fue al otro colegio en cuarto y me dijeron "Ahora te has quedado sola" o cuando otra me dijo en octavo que no fuera a su instituto, por favor.

Aún puedo decir que no, pero pienso que debo ir, por si todo eso no pasa, por si han visto las noticias y se han dado cuenta de lo que pasó en realidad, por si han cambiado, por si es como esa escena de "Línea mortal" en la que Kiefer Sutherland le pide perdón a la niña que acosaban él y sus amigos en el colegio.

No me sale decirles "No, no vengo porque fuisteis unos cabrones conmigo", como me ha aconsejado mi padre, me parece que eso sea lo último que hay que hacer en este caso.

No creo que esté bien que intente pensar en serio que podría ser una trampa, que quizá algo que dije o que escribí les ha molestado y piensan darme mi merecido, eso sí que no puede ser, por muy extraño que se haya vuelto el mundo.

Espero de corazón que no vuelvan a decirle a esta niña que no juega.

*En "Mad about you".

Posted by Xisca at Marzo 29, 2006 5:05 PM

Comments

La gente no cambia tanto. No vayas, vamos, yo no perdería mi tiempo en tu caso. ¿Sonrisa falsa y que luego anden malhablando? Yo no voy a cenas de esas si no me siento flex y con la autoestima a rebosar, y bien flanqueada por gente cómplice (y créeme que sé de lo que hablo) Y si vas, escúpeles a todos (uh, euh... bueno, mejor no, que te estoy dando el mismo consejo que tu padre y preferiría desmarcarme de su línea) pero piensa si realmente te va a aportar algo ir y si realmente crees que puede estar bien, porque yo lo dudo.

Posted by: Rear Window at Marzo 29, 2006 9:22 PM

Vale, igual me he pasado un poco... haz lo que quieras, ve si quieres.

Posted by: Rear Window at Marzo 29, 2006 9:23 PM


Bueno, igual no llegan a hacerla, pero creo que es bueno para mí ver que tampoco quiero matarles, que no soy tan rencorosa como se supone.

Me parece inquietante y arriesgado ir pero creo que debo hacerlo. Si pasara cualquier cosa, siempre me puedo levantar y marcharme, pero lo más seguro es que sean especialmente amables y eviten hablar de lo que me pasaba. Pueden no haber cambiado mucho, pero aunque sólo fuese porque no son tan tontos, no creo que se atrevan.

Además tienen treinta y un años, alguno que esté arrepentido habrá, aunque no lo confiese, con la cobertura mediática que se le ha dado a este tema de repente, no me creo que no se hayan dado cuenta de que en su clase había una persona a la que le hacían bullying y que ellos miraban a otro lado; lo peor de mi caso, que jamás llegaron a los extremos que se ven hoy en día, -quizá el que una mano invisible me empujara escaleras abajo es lo más peligroso que me ha pasado-, fue que este bullying era promovido por una de las profesoras en especial, por motivos personales contra mi madre.

Nunca seremos amigos, pero si al menos me invitan a esto, como pidiendo perdón, ya está bien, más o menos.

Posted by: Xisca at Marzo 30, 2006 12:41 AM

¿Quieres mi listado de pelis de "Después de años de puteo hay una reunión de compañeros y uno se dedica a sesinar a los demás?

Y no precisamente por Jamie Lee Curtis.

Posted by: Jónatan S. at Marzo 30, 2006 12:53 AM

Yo secundo el consejo de Irene,la verdad.

...

De hecho, tuve una vez oportunidad de pronunciar la frase "pues sí, me puteábais bastante", y ver las caritas que se quedaron fué muy catártico. Sobre todo porque esperaban que me uniera a ellas en su jiji jaja hay que ver lo que se hace cuando eres una cria.

Posted by: Gatasombra at Marzo 30, 2006 1:48 AM

¿Bullying? ¡No seas moderna y di puteo como todo el mundo!

Posted by: Eme at Marzo 30, 2006 4:51 PM


Jonatan, si el asesino soy yo, ya me dirás...:P

Gatasombra, eso que cuentas me suena. Yo también me encontré una gilipollas de mi clase que se atrevió a decirme "Qué lástima que no fuésemos todos juntos al instituto" y yo dije "Bueno, yo habría acabado en un psiquiátrico". La tía no sabía ni dónde meterse.

Es que encima se creen que no fue nada, es que vaya huevos. Eso sí que me quema, que no se den cuenta de que han hecho las cosas mal, deberían disculparse, pero es ahí donde se demuestra la clase de gente que son, borregos y atontolinados.

La verdad es que ahora me has dado la idea de ser desagradable...uh-oh. Ahora sí que tendré que ir.

Posted by: Xisca at Marzo 30, 2006 11:06 PM

La cuestión es que te plantees: ¿Tengo algo mejor que hacer ese día? Si la opción B es aburrirte en casa o en cualquier pub, entonces lo mejor que puedes hacer es prepararte un montón de tarjetitas de conversación (por supuesto, repártelas de forma en la que todas las frases ingeniosas y humilladoras las digas tú) y leerte el día de antes un par de tratados sobre algo muy denso y hermético (no sé, la cría del gorgojo por ejemplo) y, por supuesto, varios periódicos.

Y recuerda: se tú quién proponga la partida de Twister a la hora de las copas y luego disimuladamente te piras por la puerta trasera...

Posted by: Germán at Abril 3, 2006 3:00 AM

Nunca había leído algo así en un texto de no-ficción.

Quizá sea una oportunidad para observar cómo tu presencia pone nerviosa a la gente que te puteaba, y supongo que ver cómo se avergüenzan por la forma en la que te trataron hará que merezca la pena el esfuerzo de ir.

Posted by: Anukahn at Abril 3, 2006 3:15 AM

Post a comment




Remember Me?