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10 de Junio 2003

El crimen perfecto

   Creo que alguno de ustedes ya han disfrutado de esta teoría, pero para los que no lo han hecho, creo que deberían tener en cuenta que cuando la desarrollamos, estábamos ebrios como cubas..

   Tésis: “En este país, sale más barato matar a la mujer que divorciarse”

   Y si no, hagan las cuentas.

   Divorciarse: Gastos de abogado, separación, divorcio, pensión compensatoria, pensión de alimentos de los niños, alquiler o hipoteca del domicilio conyugal –que inexorablemente ella se quedará- el coche, las cuentas. la colección de jarrones chinos, etc. ¡Una pasta! Yo no estoy dispuesto a pagar por ello ¿Vosotros si?

   Matar a la pareja: ¡Ojo! que no vale matar de cualquier forma. Hay que seguir unos pasos para que salga rentable. En primer lugar, vaciaremos las cuentas o le dejaremos los valores a alguien de confianza para poder pedir abogado de oficio –¡viva la justicia gratuita! Y después acometeremos a nuestra pareja. Hay que meterle una sola puñalada, nada de coser a cuchilladas a la pobre infeliz, solo una es más que suficiente. Mortal de necesidad, pero que la deje viva el tiempo suficiente para que lleguen los servicios de emergencia . Acto seguido, llamaremos al SAMUR o similar, y muy compungidos narraremos como tras una acalorada discusión motivada por las infidelidades, ha ocurrido la tragedia. Puedes fumarte un cigarrito mientras esperas, pero es importantísimo que los médicos de urgencias te vean desconsolado e incluso –si no te importa pringarte de sangre-, intentando reanimar a tu cónyuge. Los lectores se preguntarán el porqué de tanta pantomima. Bien, Esta actuación es importante para que en el juicio por homicidio tu abogado –de oficio, porque habrás escondido bien tu dinero- pueda alegar las atenuantes de Estado Pasional y Arrepentimiento Espontáneo. Puedes aprovechar la cárcel para hacerte una fama de hombre duro. “La maté porque era mía”. Ningún tipo enorme de nombre “Bubba” querra soplarte la nuca si tratas así a tus parejas.

   Y listo. Con buen comportamiento, en tres añitos a la calle. Y disfrutando de todo tu dinero y de una fama que para sí quisieran muchos.

   Y no se crean los lectores que aquí hay animo machista ni nada por el estilo. Si es la mujer, la que acaba con la vida del hombre –u otra mujer, que para eso semos modelnos-, encima podrá montar un bonito circo mediático, asegurando que ella era la víctima de los abusos y las agresiones de la pareja y que todo ocurrió en defensa propia. ¡Y Ale, a pedir el indulto al gobierno!.

Posted by Towsend at 10 de Junio 2003 a las 12:47 PM