Con Mano Izquierda

No tengo ni idea de cómo nacieron los cocktails más famosos de los bares, pero apostaría que fue cosa de acierto-error por parte de algún aficionado al CH3CH2OH que no sabía decidirse entre otro lingotazo antes de perder el conocimiento o un zumo de piña para tener mejor sabor de boca cuando despertara y decidió que “¡qué “demuoniosss�…!�, se tomaría las dos cosas a la vez. Sea como fuere, hay combinaciones de gran acierto, otras intragables, algunas suben como un ascensor a reacción, otras son inocuas…y si Frank Cho fuese barman en vez de dibujante, estoy seguro de que saldría algo colorido, agridulce y con sombrillita, y lo llamaría “Shanna�.

Todo esto viene a que hace poco leí el recopilatorio que Panini tuvo a bien publicar por la suma de 15 € (da igual, de todas formas no pienso tener hijos a los que pagarles estudios), dibujado, guionizado y canonizado por el “Monkey boy� autor de la tira cómica mejor dibujada que conozco, Liberty Meadows. En esta tira de hecho, Cho carga su pluma con testosterona (más de lo normal en él, quiero decir) y de vez en cuando nos otorga alguna bella ilustración con dinosaurios y bellas muchachas salvajes…
Pero por fin, el maestro ha dado rienda suelta a sus fantasías prehistórico-eróticas y las ha liberado de la agobiante viñeta de tira cómica para ofrecer una nueva versión de Shanna the She-Devil más alejada de la parafernalia Marvelita y que, como decía, es un cocktail de ensueño: dinosaurios, bases militares Nazis, una rubia salvaje despampanante y mucha acción con gotitas de humor; todo presentado con ese estilo tan correcto y expresivo que es el de Cho, y esta vez con espectaculares colorines para más INRI.

No voy a decir que sea el cómic del siglo, pero Frank Cho sabe lo que a sus lectores les gusta y lo ofrece sin reservas y con bastante maña: toda la historia se resume en un camino hacia un encuentro inevitable y ansiado, el de nuestra heroína vestida con pieles de dinosaurio y una interminable manada de Velociraptores, que Cho consigue convertir en los malotes indiscutibles de la historia al mostrarnos su voracidad en pequeñas secuencias en las que se jaman todo bicho que se les planta delante. No encontraremos conceptos novedosos, pero sí mucha espectacularidad gráfica y acción bien ilustrada, acompañada de unos diálogos que se quedan sosos y descafeinados, pero a los que unO (no confundir con unA) no reserva mucho tiempo de crítica cuando corresponden a una lucha a brazo partido entre una señorita ligera de ropa y un T-Rex hambriento al más puro estilo Jurassic Park. A las damas que me honran con su lectura, siento decepcionarlas: todos los hombres que encontrareis en la historia son rudos milicos de camisas verde caqui, más salidos que los ceros en el cheque de Francisco Ibáñez y con el intelecto de un guisante: están ahí para ser carnaza de dinosaurio y haber alguien a quien Shanna deba rescatar, mal que le pese. Punto flaco es en la trama el origen de la protagonista…¿quieres crear un ejercito nazi de superguerreros y clonas rubias petulantes? No quiero parecer machista, pero es que… diríase que el encargado del proyecto era ese tipo de gente que se esconde tras los arbustos en el parque y observa a las señoritas pasar. Claro, alguna excusa había que dar a la pericia y fuerza de nuestra poco social heroína , pero creo que no es la opción más acertada…

En fin, que volviendo a la analogía de los combinados, quizás le falte más ingredientes y menos cubitos de hielo para gustar a todos los paladares y llegar a embriagar (soy de un fisno, oches), pero la presentación es inmejorable y es un cambio de aires para Cho que me encanta. El precio, eso sí, hace a cualquiera pasarse a la gaseosa a secas…