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21 de Mayo 2004

in-puntualidad

   No hay nada que más me estrese que la impuntualidad. Es superior a mí. Cinco minutos de retraso son comprensibles, diez, disculpables, quince, defendibles; pero por principio, no espero a nadie más allá de un cuarto de hora. Para mi, una persona puntual es una persona que para empezar, denota seriedad.

   Y lo que es peor, no puedo soportar ser yo mismo el que llegué tarde. Si alguna vez tenéis que quedar conmigo, bien podéis aparecer diez minutos antes, que eso de los diez elegantes minutos de retraso no va conmigo –salvo honrosas excepciones, que como los retrasos del metro de Madrid, siempre son por causas ajenas-

   A Javier, amigo del instituto al que hace tiempo he perdido la pista, le engañábamos diciéndole siempre cuando salíamos que habíamos quedado una hora antes de lo que habíamos quedado en realidad; y aun así, siempre se las apañaba para aparecer con sus respetabilísimos veinticinco minutos de retraso. Un día, después de una bronca monumental, a cuento precisamente de su falta de puntualidad, decidió aparecer a su hora y tuvo que esperar durante un buen rato a que empezase a llegar la gente. Me gustaría decir que eso consiguió cambiar su carácter y que a partir de ese momento, Javi fue un tío de lo más puntual, pero no fue así. A los pocos días volvió a las andadas, pero esta vez, con la lección ya aprendida, aparecía dos horas tarde en el lugar de encuentro.

   Todo esto viene a cuento de una reunión que supuestamente tenía que haber tenido lugar ayer por la tarde en mi despacho. A las seis y media. Seis y media, dieciochotreinta. Lo que no son las siete menos cuarto, ni la siete, y por supuesto no son las ocho y cuarto. Las dos manillas del reloj mirando para abajo.Y me da igual que el tráfico esté imposible porque han cerrado nosecuantas calles de Madrid por culpa de la dichosa Boda Real, que para algo están el metro y los autobuses. Sintiéndolo mucho, señores, cuando ustedes sean capaces de llegar a su hora, yo estaré en condiciones de recibirles.

Posted by Towsend at 21 de Mayo 2004 a las 11:06 AM