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Tres tareas dentro de las organizaciones para un proceso constituyente
El viernes pasado asistí a una interesante charla-debate organizada por Jóvenes de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid. El acto trataba sobre el papel que debe tener la juventud en el proceso constituyente que Izquierda Unida defiende, y por el que muchos otros colectivos también se están movilizando y trabajando.
Sin extenderme demasiado, planteé tres cuestiones, en mi opinión fundamentales:
En primer lugar debemos acabar con la “socialización en la derrota” de nuestros compañeros y compañeras: Perdimos la Guerra Civil, siendo generosos empatamos en la Transición y nos la ganaron en los penaltys, y desde entonces hemos ido encadenando derrota tras derrota electoral (unas veces, dulce, otras veces amarga). Esto ha generado a muchos compañeros y compañeras el convencimiento de que no vamos a ganar jamás, y que a lo más que podemos aspirar es a movilizar un poco hacia nuestras posturas a la izquierda del sistema. No vamos a tener una oportunidad como la actual para dar un giro a este país en muchos años y no podemos desaprovecharla.
El 15M, nuestra revuelta del gueto de Varsovia
Publicado originalmente el 3 de abril de 2013 en
En su imprescindible obra “Modernidad y Holocausto” el sociólogo Zygmunt Bauman dedica un capítulo completo a la colaboración de las víctimas, los judíos, en su propio exterminio. Durante toda ese capítulo desgrana y explica algunas afirmaciones terriblemente lúcidas entre las que destaca la siguiente “La cooperación con sus enemigos jurados y futuros asesinos tenía su grado de racionalidad. Los judíos, en consecuencia, se acostumbraron a las condiciones de sus opresores, les facilitaron la tarea y acarrearon su propia perdición aunque su actuación la guiara el propósito, racionalmente interpretado, de sobrevivir”.
La obra de Bauman, aun tratando sobre el horrible crimen que supone el Holocausto, intenta constantemente ofrecer conclusiones aplicables por completo a las sociedades modernas y así nos encontramos con reflexiones tan necesarias como que se debe cuestionar la racionalidad como medida única de la competencia organizativa. Esta conclusión es tan importante porque debemos tener en cuenta una cosa: esta crisis y su forma de gestión son totalmente racionales analizados bajo el paradigma burocrático creado durante los últimos 30 años. Un paradigma capitalista y, en concreto, neoliberal.
El propio Bauman plantea que se desconoce lo que habría podido suceder con el Holocausto si la desobediencia y la negativa a colaborar de los judíos hubiera sido generalizada, si la revuelta del Gueto de Varsovia no hubiera sido casi una excepción, algo tardía, a la regla.
Lección en el caso Talegón: La confianza se construye desde abajo
Publicado originalmente en el 25 de Febrero de 2013
“Tú decir que si te votan…”
Javier Krahe – Cuervo ingenuo
Yo difundí el vídeo de Talegón sin conocer al personaje, debido al contexto en el que se produjo. Me parecieron interesantes algunas ideas que lanzaba, y no sólo en el marco de unos partidos “socialdemócratas” a la deriva, sino en el contexto de unas organizaciones políticas que tienden a ningunear a sus militantes más jóvenes, reservándonos papeles secundarios, ignorando nuestra capacidad de análisis, nuestras posibilidades de adaptarnos a un contexto convulso y, en definitiva, sin valorar el potencial que tenemos como motores de la acción política y la transformación social.
Después de que su vídeo corriera como la pólvora vino la polémica sobre el personaje, y su posterior expulsión, junto al ex ministro Juan Fernando Lopez Aguilar, de la manifestación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. No voy a entrar a la polémica completamente estéril sobre si estuvo bien o mal, otros ya han escrito, y mucho, sobre el tema, tanto a favor como en contra. Lo que me interesa es cómo este hecho puso de manifiesto la absoluta falta de confianza y de credibilidad.
El principal problema del PSOE hoy no son sus posicionamientos, sino su completa ausencia de credibilidad entre los ciudadanos. Este problema, no obstante, no es patrimonio exclusivo del PSOE. Si así fuera, Izquierda Unida y otras fuerzas a la izquierda del PSOE habríamos recogido una mayor porción de voto en vez de que muchos votantes defraudados se dirigieran hacia la abstención o hacia la indecisión.