Puré de guisantes militante

Ingredientes:

  • Unos militantes tiernecitos
  • Varias toneladas de carteles, panfletos y litros de cola
  • Un proceso de movilización constante
  • Una crisis de régimen
  • Un proceso asambleario interno

Ponemos a remojo de cola , panfletos y carteles a unos militantes preferiblemente tiernecitos. Se debe hacer mucho hincapié en su obligación a pegarlos y repartirlos todos, porque los militantes veteranos ya lo hicieron en su momento, por lo que ahora no tienen obligación de hacerlo.

Se inserta a los militantes en un contexto de movilización constante, dejando muy claro que las movilizaciones de los sindicatos mayoritarios son buenas (independientemente de su contenido, y de las decisiones que tomen a posteriori), y las de los nuevos actores políticos depende: si son masivas, podemos llevar nuestras banderas y tienen buena prensa están “bien”, y sino son antipolítica y no las apoyamos.

Sin interrumpir la movilización, en otra cazuela ponemos a cocer un proceso asambleario interno, si se puede iniciar simultáneamente dos o más procesos de niveles territoriales diferentes muchísimo mejor, que se pongan las pilas.  Presentamos varios documentos políticos y organizativos  para que se los lean y les prohibimos organizar reuniones de trabajo sobre ellos en sus propios espacios, que donde se debaten esas cosas es en las asambleas de los mayores.

Deja que esos militantes se cuezan en sus propias enmiendas, madrugones para ir a reuniones obviamente conspiradoras y destructivas, en sus  trasnochadas para curar la astenia (un síndrome que se han inventado solo para justificar sus orgías)  y sus contubernios  judeomásonicos transpirenaícos por el  guaasap ese. No te olvides de recordarles que donde hay que estar es en la calle cada vez que organicen un acto de debate o formación interna (después vete a presentar un libro al Ateneo).

Al llegar la asamblea ríñeles por el gran número de enmiendas presentadas, trata de agruparlas para que se voten en bloque, que  estos tiernecitos no nos van a tener aquí para  discutir todo el día y desprecia sus posicionamientos en cada debate.

Pasados unos meses busca un cargo público que se cague en las enmiendas que lograran aprobar y riñeles de nuevo cuando exijan que se cumplan los acuerdos.

Si terminado este proceso no tienes un buen puré de guistante de militante, es que te equivocaste al escogerlos, que o no son guisantes, o no son tiernecitos. Cuidado con intentar comértelos porque lo mismo se te atragantan.

 

 

 

 

 

 

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