El gobierno de los expertos

En mi asistencia a las asambleas de barrio del 15-M y en mi contacto con algunas personas a través de twitter, ha surgido no de forma recurrente, pero sí un par de veces una idea:

“Los puestos políticos deberían ocuparlos expertos en la materia y ellos harían lo que nosotros, pueblo, decidieramos”

Esta frase en el fondo esconde dos ideas:
a) Solo debería gobernar quien tuviera conocimiento especializado
b) Los magistrados (en el sentido clásico del término) deben de estar firmemente controlados por el poder del ciudadano de la forma más directa posible
Con la primera idea estoy radicalmente en contra, con la segunda estoy absolutamente a favor pero requiere de transformaciones sociales que quizás no llegamos a vislumbrar.
Con la idea de que solo debería gobernar quien tuviera conocimiento especializado estoy absolutamente en contra. Lo primero porque es una visión clasista y elitista de la participación, lo cual va en contra del principio democrático, e introduce elementos aristrocráticos (el gobierno de los mejores) y plutocráticos (el gobierno ostentado por quienes poseen la riqueza, pues la riqueza paga los medios para convertirse en experto). Por tanto, es contrario al principio democrático de que cualquier ciudadano puede elegir y ser elegido. Por otro lado, un experto nunca se sometería a la voluntad del pueblo, por algo es un experto, sabe MÁS que los demás, sabe lo que es EFICIENTE, y lo que es CONVENIENTE, sería mucho más probable que un pueblo se plegara a lo que opina un experto. Por último, una última apreciación, considero que esta crisis no es solo culpa de los políticos, ni de los banqueros, hay un tercer colectivo culpable LOS EXPERTOS. Los expertos desde los años 80 nos dijeron que lo mejor era privatizarlo y liberalizarlo todo, los expertos nos dijeron que había que seguir comprando casas, los expertos son los que ahora nos dicen que tenemos que trabajar hasta los 67 años, que Grecia se tiene que endeudar durante 100 años, que tenemos que tener menos derechos sociales. La política, no sólo tiene que ver con la solución técnicamente más eficiente, la política tiene que ver también con valores, con los comos y con los porqués. Por eso soy contrario a que nuestros representantes solo puedan ser expertos, creo que si un político necesita información, los funcionarios y los asesores contratados ad hoc deberán de facilitársele, pero no apoyaré nunca el sacrificio de la democracia en el altar de la eficacia, ni en el de la eficiencia, porque detrás de esos dos conceptos siempre tiene que haber preguntas muy importantes ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Por qué? Y eso no lo puede responder un experto.
Respecto al segundo punto estoy totalmente de acuerdo como un objetivo de máximos. En la antigua Atenas, muchos de los magistrados eran elegidos por sorteo, ni siquiera por elección, aquellos que pensaban que podían desempeñar bien las responsabilidades de una determinada magistratura se presentaban y eran designados por sorteo. La asamblea se reunía diariamente, y era tal el grado de control y de decisión que ejercían los ciudadanos que el sistema funcionaba. Como guinda final, tras ejercer su magistratura un ciudadano podía perder sus derechos políticos como castigo si se consideraba que había sido negligente o corrupto ejerciendo su magistratura. Pero nuestra sociedad, no es la Ateniense, en la sociedad Ateniense solo una pequeña clase privilegiada era considerada ciudadana y por tanto tenía derecho a participar en el proceso que he descrito. Todo este sistema además estaba basado en una estructura productiva basada en la esclavitud que les permitía a los ciudadanos dedicarse a esas actividades. Hablando el otro día con Hugo, le planteaba ese problema, y puso sobre la mesa dos ideas muy interesantes, reducir drásticamente la jornada laboral (a 4 horas diarias) e implementar la renta básica de ciudadanía.
Sin que estas reformas acompañasen a la propuesta dos, estaríamos ante una falacia muy peligrosa, donde solo los ricos y quienes dispusieran de tiempo podrían tomar las decisiones. Sería más antidemocrático incluso que el sistema representativo actual y quien sabe, lo mismo terminabamos el resto siendo esclavos.
Desde luego, la idea tiene otras complicaciones, como que Atenas nunca alcanzó la población de muchas de nuestras grandes ciudades, ni el mundo estaba tan interconectado como ahora luego tampoco se enfrentaba a cuestiones tan complejas.
El debate deberá continuar, pero por el momento conmigo no contéis para poner a los expertos a gobernar.
Salud!

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2 Comments  to  El gobierno de los expertos

  1. Santiago says:

    Buenas días Gonzalo.
    Yo soy una de esas personas con las que has hablado en Twitter sobre el tema de nuestros representantes. Es un medio que está bien por el tema de la inmediatez, pero no precisamente para desarrollar ideas complejas.
    Mi idea comprimida sería algo así:
    Debemos elegir de forma directa a cada representante individual en función de sus propuestas concretas.
    a) Sería un proceso totalmente abierto y todo el mundo se podría presentar
    b) Existiría un cuerpo de Representantes por Áreas para realizar propuestas y reformas concretas. Estos cargos se elegirían individualmente por toda la ciudadanía.
    c) Otro organismo independiente se encargaría de ejecutar la voluntad popular a través de las diferentes reformas que prosperen en los referéndums, consultas o votaciones.
    d) Ambos organismos estarían controlados de la forma más directamente posible por el pueblo. 
    En ningún momento excluyo a ningún colectivo. En mi opinión personal las mejores propuestas y sobre todo las más viables, vendrán de gente con conocimientos específicos adquiridos al trabajar en un área concreta. Esto no quita que se puedan aportar diferentes visiones desde otros sectores que puedan perfeccionar las reformas.
    Cuando me refería a expertos me venían a la mente todos esos trabajadores que se dejan la piel cada día en su puesto, controlados por directivos que saben bien poco de lo que hacen sus subordinados y a los que sólo les importa el beneficio económico. 
    Los verdaderos expertos son los trabajadores que están en primera línea de batalla. Nadie les pregunta nunca como organizar mejor la empresa o sector donde trabajan y son precisamente los que más tienen que aportar.
    Para ello se necesita una formación y una información de calidad. Tenemos que mejorar la educación de todo el mundo para poder generar un pensamiento crítico y aportar nuevas ideas. Para fortalecer la información hay que dejar que fluya libremente sin el control de los grandes medios. Hay que enseñar a la gente a hacer política y periodismo.
    El derecho a la información debería ser igual de importante que derecho a la educación. No podemos dejar que las empresas privadas controlen el cuarto poder. Si luchamos por la educación pública, ¿por qué no hacemos los mismo con la información?
    La política no puede ser ejercida por gente que la entiende como un negocio o porque no tiene otra cosa mejor que hacer. En muchos ayuntamientos hay claros ejemplos de lo que digo.

  2. Hola Santiago:
    Lo primero gracias por pasarte por aquí y por leerme. Voy contestándote:
    Con el punto a , en la teoría estoy de acuerdo en la práctica me remito a la necesidad de transformación social. O bien cambiamos la forma en la que funciona nuestro sistema productivo, o entonces hay que pagar un sueldo porque en serio, sino solo se presentaría quien económicamente pudiera.
    El punto b, totalmente de acuerdo, pero no tiene porque ser incompatible con la democracia representativa. Para determinados temas concretos se pueden crear órganos de participación ciudadana con al principio caracter consultivo, y poco a poco capacidades ejecutivas. Yenia Camacho, una compañera de IU Majadahonda podría comentarte la experiencia que hubo en Coslada en los 80 con consejos participativos mediambientales que cambiaban los presupuestos.
    El punto c tiene su miga. ¿Cómo garantizas su independencia? ¿Funcionarios? y de nuevo a lo mismo de la segunda parte de mi post para poder organizar referéndums, asambleas y todo eso es necesario cambiar nuestro sistema productivo porque con este sistema solo participarían los funcionarios, los parados, los jubilados y los ricos.
    Al punto d la misma objeción que al punto c.
    En serio con la propuesta de máximos estoy totalmente de acuerdo, solo que no sé como puede ser posible sin las enormes transformaciones económicas que ello requiere.
    Respecto a los trabajadores de los que hablas, esos expertos, que son muy valiosos, no dejan de pertenecer a una clase media. Tenemos que garantizar la participación de todo el mundo. Y respecto a que nadie les pregunta, bueno, nosotros en Izquierda Unida Majadahonda lo hacemos. Generalmente siempre que vamos a proponer algún tipo de medida intentamos ver como se hace en otros municipios y ya ahí contactamos con los sindicatos, con otros compañeros de IU o con algún trabajador o trabajadora para que nos lo explique. Es más una cosa que no quería introducir porque me parecía que igual espantaba, pero no solo defiendo la participación de las personas en la vida política, también defiendo la cogestión de los trabajadores en la empresa.
    Respecto al derecho de la información, absoluta y totalmente de acuerdo.
    Y respecto a que la política no puede ser ejercida por gente que la entiende como un negocio o no tiene nada mejor que hacer también de acuerdo, es un servicio público aunque te hago un matiz: Política hacemos todos, absolutamente todos (ahora mismo la estamos haciendo), la representación política algunos. La primera batalla es no dejar que se apropien de la palabra política, porque entonces empiezan a ganar porque hacen pensar a la gente que los asuntos públicos no son cosa suya. Los humanos somos animales políticos, no debemos permitir ni que nos domen, ni que nos domestiquen.
    Salud!

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