Recetas políticas

now browsing by category

 

Un programa desde abajo para converger en las municipales

Las pasadas elecciones europeas nos dejan una conclusión: por primera vez  si el escenario no cambia, parece aritméticamente posible para lo que se ha venido llamando la “izquierda transformadora” gobernar tras las próximas elecciones municipales en una enorme cantidad de municipios, incluidas las dos grandes ciudades. Digo aritmeticamente porque políticamente todavía no tenemos claro como alcanzar ese gobierno. Desde aquí y pensando en mi realidad militante más cercana,  intento desgranar lo que para mi sería mi propuesta ideal.

Lo primero que veo es que un proceso de convergencia para las municipales no puede ser un proceso solo de siglas, tiene que ser un proceso de convergencia de personas ,de movimientos sociales  con el trabajo y el apoyo de las siglas. Esto necesita algo fundamental, generosidad y altura de miras. Hace falta generosidad porque la gente llamada a converger venimos de tradiciones y experiencias  militantes muy diferentes (o incluso sin ellas), algunas ni siquiera se identifican con la etiqueta “izquierda transformadora” aunque defiendan un programa muy similar. Hace falta altura de miras porque van a existir conflictos tanto dentro de las organizaciones y los movimientos sociales que participen, como en el propio proceso de convergencia, y va a ser necesario no perder de vista el objetivo, que queremos ganar.

Considero que antes de ponerse a hablar de listas, primarias abiertas, cerradas, medio pensionistas, frentes programáticos o acuerdo postelectorales, es necesario que todos aquellos y aquellas que queremos converger clarifiquemos y especifiquemos el objetivo común y esto se hace mediante un programa.

En Izquierda Unida (y también en otras organizaciones llamadas a converger)  tenemos una gran trayectoria de elaboración colectiva programática, no solo de cara a las elecciones municipales sino también de cara a construir los programas  para elecciones de ámbitos superiores. Muchos movimientos sociales también tienen una gran experiencia de elaboración colectiva, no de programas electorales (puesto que no se presentan a elecciones), pero sí de propuestas políticas.

Esta experiencia es una fortaleza  pero no es suficiente si no somos capaces de implicar a la mayor cantidad de colectivos, organizaciones y personas que comparten con nosotros y nosotras los cinco puntos irrenunciables  de los que hablamos en otro post anterior.
Implicar a estas personas necesita explorar nuevos métodos de convocatoria y también de generosidad a la hora de organizar el proceso. En esta línea la propuesta de metodología a adoptar sería la siguiente:

  1. Iniciar una ronda de contactos con todas las organizaciones, colectivos y activistas que consideremos que pueden compartir los 5 puntos con el fin de debatir con ellas/os  los 5 puntos y plantear la posibilidad de organizar una asamblea para conformar un grupo promotor que tenga como objetivo terminar de cerrar  los 5 puntos, y  acordar tanto una metodología como un calendario compartidos para la elaboración de un programa que estaría basado en los siguientes principios:
    1. El papel de todas las personas, colectivos y organizaciones como coimpulsores del proceso. No es el proceso de nadie, sino el de todos y todas.
    2. Una metodología que congenie la gestión colectiva y horizontal del proceso con la necesaria operatividad.
    3. El objetivo de crear un programa basado en plantear un modelo alternativo de ciudad al actual.
    4. La propiedad colectiva y el derecho de uso del trabajo realizado de todas aquellas personas implicadas en el proceso de elaboración para cualquier iniciativa futura, siempre y cuando se basen en el respeto a los cinco puntos básicos y se haga mención a que es fruto de esta iniciativa.
    5. El derecho de cualquier organización, persona o colectivo a abandonar el proceso si así lo desea en cualquier momento y la inexistencia de compromisos futuros de carácter electoral.
  2. Además de la metodología en esa asamblea, se fijarán unos ejes temáticos relacionados con los cinco principios alrededor de los que se vertebrará la construcción del programa.
  3. Fijada la metodología se realizará por parte de todos los integrantes del grupo promotor una convocatoria de asamblea amplia en la que se deberá ratificar por parte de todos los asistentes la metodología, el calendario, y los ejes de trabajo. Una vez realizado esto e incluído las aportaciones se comenzará el trabajo.

¿Por qué congeniar  gestión colectiva y horizontal con operatividad? Aunque el calendario deberá ser fijado por el grupo promotor y ratificado por la asamblea de participantes, es necesario entender que el marco temporal debe situarse entre Septiembre y Diciembre de este año para dar tiempo a posibles posteriores fases. Además los procesos tremendamente largos y sin resultados visibles terminan desalentando a quienes participan.

¿Por qué un modelo alternativo de ciudad?  Porque el problema que viven nuestros municipios y la situación a la que han llegado no es fruto solo de una mala gestión, es fruto de un modelo de municipalismo y un modelo de ciudades que se ha demostrado desastroso.

¿Por qué la propiedad colectiva del programa y por qué el derecho a abandonar el proceso en cualquier momento? Afrontamos este proceso de convergencia en un contexto en el que razonablemente todos los actores llamados a converger tenemos nuestras reticencias y nuestros miedos. La hoja de ruta que tracemos debe por un lado ofrecer un espacio de comprensión y de seguridad frente a estas reticencias (nadie se va a ver obligado/a a aceptar nada), al tiempo que crea mediante el trabajo colectivo un marco que nos permita superar esas reticencias y miedos.

Con alguna gente que he comentado estas ideas me dicen que es una hoja de ruta que está demasiado abierta, obviamente yo tengo en mi cabeza cuestiones más concretas, por ejemplo al fijar los ejes de trabajo debería  trabajase en grupos de trabajo a ese respecto  y luego llevar lo elaborado al plenario de la asamblea para terminar de elaborarlo y aprobarlo.  En función de cuanta gente participara , podría ser necesario incluso, que algunas personas de esos grupos elaboraran de manera colectiva pequeños documentos base sobre los que centrar el debate y la elaboración. Pero entiendo que otras personas pueden verlo de otra manera y que formular una propuesta tan cerrada puede generar rechazo y que el espacio al que llevar estar propuestas sería ya el grupo promotor y la asamblea.

Espero  que el post os resultara interesante y espero vuestros comentarios para mejorar la propuesta.

 

Barbacoa a la destituyente

Ingredientes:

  • Un buen fuego de indignación, cabreo, y hastío
  • Unos papeles, salidos de una organización que nada tiene que envidia a Alí Baba, el pirtata barba negra, o a los Barcksdale .
  • Un buen manojo de chorizos.
  • Algo de sentido del humor
  • Memoria

Opcionales:

  • Ensalada de twits  canónigos
  • Viva el vino 
  • Un conjunto de greatest hits

Ya es 18-J día del alzamiento militar contra la legal y legítima II República, día de la creación del quinto regimiento,  y día en el que en el 586 A.C  termina el sitio por parte de Nabucodonosor a Jerusalén.

Desde este blog como no podía ser de otra manera  nos unimos a otros colegas del sector de la blogoalimentación  a la hora de dar algunos consejos gastropolíticos.

Para nuestra barbacoa destituyente lo primero que necesitamos es un buen fuego, pero no un fuego cualquiera, necesitamos un fuego de indignación, cabreo y hastío ciudadano.

El problema de los fuegos es que suele costar bastante mantenerlos encendidos siempre  y con la misma intensidad. Lo importante es no desesperar, gracias al estado actual del régimen tendremos muchas oportunidades de tratar de encontrar catalizadores y acelerantes para nuestro fuego. Para nuestra receta de hoy, utilizaremos los famosos papeles de Bárcenas que parece que pueden avivar ese fuego que necesitamos.

Una vez tenemos nuestro fuego bien preparado buscamos una parrilla de calles y empezamos a colocar nuestros chorizos:

Para esta ocasión hemos elegido los de marca “PP” , pero no se preocupen que seguro que habrá más. Estos chorizos (y chorizas) son grandes, hermosos, y bien lustrosos, producidos en las mejores factorías de chorizos como “Gurtel”, “Constructoras S.L” ,  Telefoniken”, o “Bankia” entre otras (aunque esta última fabrica chorizos para otras muchas marcas).

Nuestros chorizos se irán haciendo poco a poco en el fuego de nuestra parrilla y deberemos ir añadiendo algo del sentido del humor para que nuestra receta quede bien, y también algo de memoria porque en este caso no nos importa nada que una vez ingeridos repitan.

Para dar color a nuestra receta podemos añadirle una buena ensalada de twits canónigos comentando la procedencia o no de realizar esta receta y planteando distintos matices y alternativas. En esta cocina política creemos en la variedad.

Y no nos podemos olvidar que en una buena barbacoa no puede faltar un gran:

Por último podemos amenizar nuestra barbacoa con los Grandes éxitos de nuestros artistas favoritos desde Georgie Dan a cancioneros más tradicionales y que todavía a muchos nos emocionan.

Así que hoy, es un magnífico día para hacer una barbacoa a la destituyente, para luchar, para recordar y por encima de todo, para no desesperar si el resultado no es el que esperábamos, habrá sin duda más oportunidades.

 

 

 

 

Buñuelos de gobierno

Ingredientes:

  • Unas elecciones
  • Uno o varios gobiernos
  • Un régimen con sus instituciones
  • Un programa electoral

Opcionales:

Sazonamos con encuestas  un programa electoral y lo dejamos a remojo en el marco de unas  elecciones, preferiblemente generales. Iremos viendo como el efecto de las encuestas puede provocar algunos cambios en nuestro programa electoral, lo único con lo que tenemos que tener cuidado es de no pasarnos porque un exceso de encuestas puede hacer que la masa no cuaje nunca.

Una vez accedemos al gobierno horneamos nuestro programa en la realidad, dada la situación de crisis que vive nuestra sociedad, si ahora intentamos esta receta seguramente el horno se caliente a una velocidad tremenda, así que el truco está en la audacia y rapidez con la que seamos capaces de hacer esta receta, porque si tardamos demasiado es probable que se nos achicharren los buñuelos.

En este momento debemos decidir con que rellenamos nuestros buñuelos:

Podemos elegir dejarlos completamente vacíos, la receta quedará extremadamente sosa y  además suele producir que el buñuelo quede muy duro por fuera contrastando con el vacío interior.  Podemos tratar de adornar el exterior, pero seguramente no termine convenciendo ni a los más fanáticos de nuestra cocina política, y muy probablemente nadie quiera repetir nunca jamás nada que cocinemos.Esta variación de la receta la podríamos llamar “Buñuelos de Gobierno a la Zapatero”.

Podemos añadir picadillo de promesa política como relleno. Lo malo del picadillo, es que suele ser muy poco consistente y además es una receta algo tosca  que no pega con los paladares exigentes que suelen degustar los buñuelos de gobierno.  Por otro lado  lleva muy mal largos periodos de tiempo expuestos al calor del horno de la realidad (lo que los más exigentes chefs llaman “un bluf” o “mucho lirili pero poco lerelele”). Esta variación de la receta la podríamos llamar “Bueñuelos de Gobierno a la Hollande”

El último relleno, y el que recomendamos encarecidamente desde esta humilde cocina es el del poder popular. Lo cierto es que este relleno merece una receta propia que pronto presentaremos, pero podemos adelantar que  necesita de muchísimo trabajo y muchísimo cuidado en su elaboración. También podemos aportar algunas claves para prepararlo en esta intervención de Alberto Garzón. Esta variación de la receta la llamaríamos “Buñuelos Constituyentes”

Llegamos al final de receta, para probar si nuestros buñuelos son buenos cogeremos un mazo, el del régimen, y los golpearemos. Desde nuestra experiencia y conocimiento podemos afirmar que si el buñuelo está vacío al principio no se romperá pero terminará resquebrajándose y haciéndose migas, arruinando todos los adornos que pusimos. Si está relleno de picadillo muy posiblemente reviente y esparza su contenido por todos lados encabronando bastante a los comensales. Finalmente si lo hemos rellenado de poder popular, correctamente preparado, aguantará y será del gusto de los paladares más castigados por la crisis , tal y como ponen de relevancia algunos de los mejores críticos de gastronomía política en algunos países de América Latina.

Quiero terminar agradeciendo a Hugo Martinez Abarca su post de hoy porque ha servido de inspiración para esta receta

 

Tres tareas dentro de las organizaciones para un proceso constituyente

El viernes pasado asistí a una interesante charla-debate organizada por Jóvenes de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid. El acto trataba sobre el papel que debe tener la juventud en el proceso constituyente que Izquierda Unida defiende, y por el que muchos otros colectivos también se están movilizando y trabajando.
Sin extenderme demasiado, planteé tres cuestiones, en mi opinión fundamentales:

En primer lugar debemos acabar con la “socialización en la derrota” de nuestros compañeros y compañeras: Perdimos la Guerra Civil, siendo generosos empatamos en la Transición y nos la ganaron en los penaltys, y desde entonces hemos ido encadenando derrota tras derrota electoral (unas veces, dulce, otras veces amarga). Esto ha generado a muchos compañeros y compañeras el convencimiento de que no vamos a ganar jamás, y que a lo más que podemos aspirar es a movilizar un poco hacia nuestras posturas a la izquierda del sistema. No vamos a tener una oportunidad como la actual para dar un giro a este país en muchos años y no podemos desaprovecharla.

¿Cómo me cocinaron?

Ingredientes:

  • 10 kilos de ¿Y por qué?
  • 3 toneladas de suerte al haber podido vivir muy distintas experiencias
  • 1 Licenciatura en Ciencias Políticas y de la Administración
  • 1 Tésis doctoral que algún día terminaré
  • 1 tazón grande de humor
  • 1 pizca (a veces dos) de mala leche

Comenzar un blog con una presentación siempre es complicado y en formato receta más (podría saltarme este paso no presentándome, pero igual queda feo). El primer ingrediente es el inconformismo crónico: desde muy enano, aceptar el estado “natural” de las cosas me ha costado mucho, y recibir un “porque sí”, “porque yo lo digo” o “porque me sale de los huevos” a la pregunta de ¿Y por qué? nunca me ha terminado de convencer, llamenme loco y además tampoco he encontrado nunca a un gallego que me pregunte ¿Y por dónde?

La sensación más o menos definida de que algo falla en este mundo me ha acompañado siempre (espero que no sea grave, doctor), y tengo la sospecha de que algo falla porque una secta de monos con metralleta nos gobierna secretamente, si no es así, hay demasiadas cosas en este mundo que no me logro explicar. Esa sensación me ha llevado a militar en distintos colectivos, asociaciones, partidos, grupúsculos, y no descargo alguna secta sin que yo llegara a enterarme, buscando un espacio donde me sintiera cómodo y que perdura (y a ser fan de la vida de Bryan). Este camino me trajo hace 4 años a Izquierda Unida, donde he encontrado a grandes compañeros y donde he peleado y peleo por convertirla en la herramienta que necesitamos (otro tema  es que si nos van a  dejar).

 Otra cosa que seguro que me define es la tremenda suerte que he tenido de vivir diferentes experiencias, conocer a gente muy diversa, y haber disfrutado mucho con lo que he hecho (porque con lo que no he disfrutado he terminado dejándolo). Me he dedicado a muchas cosas: educación no formal, montaje de vídeo y audiovisuales, investigación social, intermediación laboral, asesoría y consultoría y todavía faltarían cosas, algunas de ellas que en un futuro serán material clasificado. Pero no sólo he tenido muy diferentes experiencias en el mundo laboral, también en lo personal: gracias a que accedí a la Intenné hace muchos años he conocido a gente muy diferente y he podido compartir mucho con ellas, algunas siguen hoy en mi vida, otras me acompañaron un trecho y otras espero que no estén enterradas junto a una Checoslovaca, y si lo están quiero que quede claro que yo no he sido.  También he tenido mucha suerte, pudiendo viajar, algo que cuando puedo sigo haciendo y que cuando no puedo, pues me jodo.

 Me terminé licenciado en Ciencias Políticas y de la Administración de un amplio abanico de carreras que me tentaban. Frente a quienes no saben para que sirve, o aquellas que deben ser llevadas a un campo de reeducación maoista porque creen que es para ser presidente del gobierno, puedo decir que me ha ayudado mucho con mis ¿Y por qués?, y que hoy ,más que nunca, es necesario poder responder mucho a esa pregunta, porque tenemos un carajal montado de cuidado y ya va siendo hora de que algunos respondan a algunas preguntas y si no quieren o no puedes, encontremos nosotros las respuestas.

Tengo una tesis doctoral a la que me dedico durante el tiempo que mi trabajo y el activismo político me dejan (osea en los últimos 6 meses prácticamente nada y espero que mi director no esté leyendo esto) . Soy uno de esos investigadores que ven como su trabajo es despreciado en este país, y que todavía no ha decidido marcharse fuera (tampoco sé si me querrían). Aun así, algún día la terminaré, porque la ciencia es el mejor método que hemos encontrado para ponernos de acuerdo sobre la realidad (por detrás del jugárnoslo a patadas en los cojones y empiezo yo) y para dar respuesta a la pregunta eterna… ¿Y por qué?

 Haber vivido muy distintas experiencias y sabiendo que el saldo es muy positivo , también me ha llevado a vivir mis cosas duras (que yo sepa ninguna subida a you tube). Lo que siempre me ha ayudado tanto a disfrutar lo bueno, como a sobrellevar lo malo es tener un gran sentido del humor, y disfrutar de todo tipo de humor;del tontorrón, del currado, del ácido y del negro, no me fío de nadie que no tenga sentido del humor . El humor es algo que me arrancarán de mis frías y muertas manos, porque disfrutar con cualquier cosa que se haga. es algo esencial de la vida.

 Y por último la mala leche, que es posiblemente una derivación del humor. Un cierto gusto por algo de malicia, (soy hermano pequeño, así que me programaron biológicamente para ser un cabroncete) ,porque a veces hace falta que las cosas además de disfrutarlas nos piquen un poco.

Y ahora, veamos que cocinamos con estos ingredientes.