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Salvo el poder todo es ilusión
(En Respuesta a mi compañera Lara Hernández)
Esperamos demasiado del apocalipsis, me decía un amigo hace muchos años, y creo que esta frase es perfectamente aplicable a los resultados del 20D. En política tener expectativas no es malo, al contrario, aspirar a ganar y a ganar bien, tener una ambición sana y colectiva de lograr nuestros objetivos, debe ser el motor de nuestra acción política.Los resultados del 20D muestran que esperábamos demasiado del 20D, pero al mismo tiempo, que no estábamos equivocados ni equivocadas al hacerlo. En lo que posiblemente no acertamos fue en la manera de hacerlo.
Mi compañera Lara Hernández escribe un artículo en Cuarto Poder ´El futuro se escribe en presente` analizando el escenario post 20D, con el que tengo algunas sanas y amigables discrepancias.
Lo primero de todo es que yo no parafrasearía a Gramsci, porque creo que su cita literal es más adecuada:
El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos.
Aclarando la intencionalidad de mi cita, quienes nos creemos, en todas las formaciones políticas y no solo en Izquierda Unida –que además de una crisis económica existe una crisis política y de régimen– debemos analizar que este ciclo electoral muestra que el viejo bipartidismo se muere, pero que no lo hemos conseguido matar. Hoy PP y PSOE siguen siendo el primer y el segundo partido más votado en todo el Estado, siguen gobernando en la mayoría de las Comunidades Autónomas y tienen la capacidad, llegado el momento, de poner en jaque a los gobiernos de aquellas ciudades que juntos y juntas hemos conseguido ganar. En el claroscuro del que habla Gramsci, vivo preocupado por la fuerza, no electoral todavía, que van cobrando determinados movimientos de la extrema derecha y cómo algunos de sus elementos se filtran en el discurso de partidos como Ciudadanos. Explicaba Iñigo Errejón en un Fort Apache titulado “Extrema derecha:Surgen los monstruos” que el monstruo de la extrema derecha surge tras las derrotas de las alternativas planteadas por el movimiento obrero y cuando las fuerzas democráticas no son capaces de recuperar para la mayoría de la población cierta confianza en el futuro y restituir los lazos comunitarios. El escenario post 20D y el escenario de Cataluña no nos ha puesto todavía en situación de reconstruir los lazos comunitarios y plantear un sólido nuevo proyecto de país.
Continúa el artículo con un análisis de los resultados electorales en términos cuantitativosy coincido con el artículo en que el resultado es malo , pero echo en falta ciertas claves:
Primero, que no es IU quien dice finalmente no a Podemos en las Generales.Todos y todas podemos recordar los distintos cruces de declaraciones en el mes de agosto y el no definitivo de Podemos a llegar a un acuerdo en términos similares a Galicia, eso sí, con gran interés porque Alberto Garzón se integrara en sus listas. Esta posición es totalmente legítima, pero es importante tenerla en cuenta a la hora de hacer nuestros análisis. No parece que hubiera sobre la mesa un acuerdo en términos similares al de Galicia, pero que englobara al conjunto de los compañeros y compañeras de todo el Estado sin que nadie corriera el riesgo de quedarse tirado/a en la gasolinera.
Por otro lado coincido en las reflexiones de que es necesario estudiar el proceso de “En Marea”,como un elemento para obtener aprendizajes de cara al futuro. Es importante recordar que los magníficos resultados de “En Marea” se cimentan en un trabajo previo: la coalición AGE que se presentó a las elecciones autonómicas y que agrupaba a Anova y a Esqueda Unida, que continuó, incorporando a Podemos en las elecciones municipales creando “las mareas” y que culminó un acuerdo para las generales. Tal vez si para las elecciones municipales y autonómicas hubiéramos estado todas a la altura, hubiéramos conseguido aquello que tanto teorizaba Hugo Martínez Abarca: lograr un nuevo 14 de abril. La responsabilidad de que esto no fuera posible, nuevamente es compartida.
Respecto a la apreciación sobre el bloque social y político la comparto. Fue una propuesta de gran audacia aprobada en la X Asamblea que la dirección o no supo, o no quiso poner en marcha. Aun así no he conseguido encontrar la cita que expone en el documento enlazado en el artículo y sí he encontrado por contra esta:
Frecuentemente se identifica este instrumento político unitario con una entidad orgánica y se supone que el objetivo fundamental es que IU llegue a acuerdos con el mayor número posible de organizaciones estatales o de ámbitos territoriales específicos. Planteado así, es un error. Siendo los acuerdos unitarios extraordinariamente importantes, el proyecto de un Bloque Social y Político alternativo en la política española, no surgirá mecánicamente del acuerdo entre IU y un conjunto de siglas más o menos relevantes en el terreno de la representación política. Del mismo modo, conseguir el acuerdo o la alianza formal con organizaciones sociales de diverso tipo es un elemento importante, pero que no determinará el éxito en la consecución de este proyecto unitario y ganador que se persigue. (Página 36, punto 175)
Honestamente, creo que los documentos de la X Asamblea iban mucho más allá de construir frentes electorales unitarios. Planteaban que el bloque social y político debía de ser algo que trabajara desde la base y desde la movilización (que ha sufrido un brutal reflujo tras las elecciones europeas) y que no sustenta la, por otro lado, muy legítima propuesta del artículo. El bloque social y político debe ser otra cosa, debe ser un bloque de poder que dé la batalla en todos los frentes. En el institucional, pero también en la movilización, en la cultura, en la comunicación y en la vida cotidiana. Que dé la batalla por construir no tanto hegemonía, sino contrahegemonía. En este sentido, me parece crucial recordar las marchas de la dignidad del 22M como otra experiencia fundamental a analizar de cara al futuro.
Coincido con el artículo también en que el momento político actual nos exige que los pasos que demos no nos limiten a la idea de refundar IU, sino construir un nuevo sujeto político para la izquierda. A la hora de constuir ese sujeto político nuevo debemos tener muy claros cuáles son los principios que guíen el proceso. Hago mías reflexiones como las de Alberto Garzón, Victor Alonso Rocafort , Begoña Marugán o la misma Ada Colau, citada en el artículo. Debemos ser capaces de desencadenar un proceso que no busque una suma mecánica que tenga como objetivo último la consecución del poder instucional, sino de crear un elemento superador y aglutinador que al mismo tiempo permita conciliar diversas identidadesy diversos análisis. Que permita recuperar y sostener (aunque vengan nuevas elecciones) la movilización en la calle, que sea capaz de no ser un mero gestor de la miseria y que de pie a afrontar con solvencia debates de gran calado como la necesidad de un nuevo modelo productivo que incluya elementos que trasciendan el modelo desarrollista y productivista o que hacemos con esta Unión Europea y con este euro.
Termino esta respuesta con la reflexión que da título a este artículo,: salvo el poder todo es ilusión. Todavía no tenemos el poder (si es que se puede tener). Todavía ese sujeto político que está en gestación no tiene plena capacidad para ejercerlo, pero más importante que tener y que ejercer el poder es el ¿Para qué?
Un programa desde abajo para converger en las municipales
Las pasadas elecciones europeas nos dejan una conclusión: por primera vez si el escenario no cambia, parece aritméticamente posible para lo que se ha venido llamando la “izquierda transformadora” gobernar tras las próximas elecciones municipales en una enorme cantidad de municipios, incluidas las dos grandes ciudades. Digo aritmeticamente porque políticamente todavía no tenemos claro como alcanzar ese gobierno. Desde aquí y pensando en mi realidad militante más cercana, intento desgranar lo que para mi sería mi propuesta ideal.
Lo primero que veo es que un proceso de convergencia para las municipales no puede ser un proceso solo de siglas, tiene que ser un proceso de convergencia de personas ,de movimientos sociales con el trabajo y el apoyo de las siglas. Esto necesita algo fundamental, generosidad y altura de miras. Hace falta generosidad porque la gente llamada a converger venimos de tradiciones y experiencias militantes muy diferentes (o incluso sin ellas), algunas ni siquiera se identifican con la etiqueta “izquierda transformadora” aunque defiendan un programa muy similar. Hace falta altura de miras porque van a existir conflictos tanto dentro de las organizaciones y los movimientos sociales que participen, como en el propio proceso de convergencia, y va a ser necesario no perder de vista el objetivo, que queremos ganar.
Considero que antes de ponerse a hablar de listas, primarias abiertas, cerradas, medio pensionistas, frentes programáticos o acuerdo postelectorales, es necesario que todos aquellos y aquellas que queremos converger clarifiquemos y especifiquemos el objetivo común y esto se hace mediante un programa.
En Izquierda Unida (y también en otras organizaciones llamadas a converger) tenemos una gran trayectoria de elaboración colectiva programática, no solo de cara a las elecciones municipales sino también de cara a construir los programas para elecciones de ámbitos superiores. Muchos movimientos sociales también tienen una gran experiencia de elaboración colectiva, no de programas electorales (puesto que no se presentan a elecciones), pero sí de propuestas políticas.
Esta experiencia es una fortaleza pero no es suficiente si no somos capaces de implicar a la mayor cantidad de colectivos, organizaciones y personas que comparten con nosotros y nosotras los cinco puntos irrenunciables de los que hablamos en otro post anterior.
Implicar a estas personas necesita explorar nuevos métodos de convocatoria y también de generosidad a la hora de organizar el proceso. En esta línea la propuesta de metodología a adoptar sería la siguiente:
- Iniciar una ronda de contactos con todas las organizaciones, colectivos y activistas que consideremos que pueden compartir los 5 puntos con el fin de debatir con ellas/os los 5 puntos y plantear la posibilidad de organizar una asamblea para conformar un grupo promotor que tenga como objetivo terminar de cerrar los 5 puntos, y acordar tanto una metodología como un calendario compartidos para la elaboración de un programa que estaría basado en los siguientes principios:
- El papel de todas las personas, colectivos y organizaciones como coimpulsores del proceso. No es el proceso de nadie, sino el de todos y todas.
- Una metodología que congenie la gestión colectiva y horizontal del proceso con la necesaria operatividad.
- El objetivo de crear un programa basado en plantear un modelo alternativo de ciudad al actual.
- La propiedad colectiva y el derecho de uso del trabajo realizado de todas aquellas personas implicadas en el proceso de elaboración para cualquier iniciativa futura, siempre y cuando se basen en el respeto a los cinco puntos básicos y se haga mención a que es fruto de esta iniciativa.
- El derecho de cualquier organización, persona o colectivo a abandonar el proceso si así lo desea en cualquier momento y la inexistencia de compromisos futuros de carácter electoral.
- Además de la metodología en esa asamblea, se fijarán unos ejes temáticos relacionados con los cinco principios alrededor de los que se vertebrará la construcción del programa.
- Fijada la metodología se realizará por parte de todos los integrantes del grupo promotor una convocatoria de asamblea amplia en la que se deberá ratificar por parte de todos los asistentes la metodología, el calendario, y los ejes de trabajo. Una vez realizado esto e incluído las aportaciones se comenzará el trabajo.
¿Por qué congeniar gestión colectiva y horizontal con operatividad? Aunque el calendario deberá ser fijado por el grupo promotor y ratificado por la asamblea de participantes, es necesario entender que el marco temporal debe situarse entre Septiembre y Diciembre de este año para dar tiempo a posibles posteriores fases. Además los procesos tremendamente largos y sin resultados visibles terminan desalentando a quienes participan.
¿Por qué un modelo alternativo de ciudad? Porque el problema que viven nuestros municipios y la situación a la que han llegado no es fruto solo de una mala gestión, es fruto de un modelo de municipalismo y un modelo de ciudades que se ha demostrado desastroso.
¿Por qué la propiedad colectiva del programa y por qué el derecho a abandonar el proceso en cualquier momento? Afrontamos este proceso de convergencia en un contexto en el que razonablemente todos los actores llamados a converger tenemos nuestras reticencias y nuestros miedos. La hoja de ruta que tracemos debe por un lado ofrecer un espacio de comprensión y de seguridad frente a estas reticencias (nadie se va a ver obligado/a a aceptar nada), al tiempo que crea mediante el trabajo colectivo un marco que nos permita superar esas reticencias y miedos.
Con alguna gente que he comentado estas ideas me dicen que es una hoja de ruta que está demasiado abierta, obviamente yo tengo en mi cabeza cuestiones más concretas, por ejemplo al fijar los ejes de trabajo debería trabajase en grupos de trabajo a ese respecto y luego llevar lo elaborado al plenario de la asamblea para terminar de elaborarlo y aprobarlo. En función de cuanta gente participara , podría ser necesario incluso, que algunas personas de esos grupos elaboraran de manera colectiva pequeños documentos base sobre los que centrar el debate y la elaboración. Pero entiendo que otras personas pueden verlo de otra manera y que formular una propuesta tan cerrada puede generar rechazo y que el espacio al que llevar estar propuestas sería ya el grupo promotor y la asamblea.
Espero que el post os resultara interesante y espero vuestros comentarios para mejorar la propuesta.
Apuntes a los 5 puntos irrenunciables para converger en las municipales
El otro día publicaba este post que contenía 5 puntos a mi modo de ver irrenunciables para converger en las municipales:
Estos eran los siguientes:
- Lucha contra las políticas de austeridad impuestas por la Troika y los gobiernos del Partido Socialista y el Partido Popular que tienen su expresión en el artículo 135 de la Constitución, la regla de gasto y la reforma local.
- Proceso Constituyente entendido también como la necesidad de practicar un municipalismo democrático. Las bases de este son la transparencia, la rendición de cuentas y la participación de los vecinos en las decisiones pero también en la gestión del municipio.
- Defensa de los Servicios Públicos municipales, apostando por la gestión directa, especialmente en aquellos de carácter más vertebral y el estricto control de aquellos que estén externalizados con un horizonte de remunicipalización.
- Un diseño y gestión de ciudad participativo,sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
- Rechazo del Fascismo, el racismo, la xenofobia, el machismo y la LGTBIfobia.
He podido debatir con algunos/as compañeros/as y trato de reproducir aquí algunos debates que he tenido y algunas reflexiones:
- Un compañero me comentaba que estos puntos los podría firmar hasta alguna gente del PSOE de Madrid.
Bien por mi parte no tengo ningún problema, es más considero que es una virtud que alguna gente del PSOE pudiera asumir estos puntos. La idea de la convergencia se plantea para ganar, para ello necesitamos ser mayoría y es probable que para ello necesitemos a gente del PSOE que honestamente es de izquierdas (eso no es lo mismo que necesitar al PSOE, y queda excluido completamente, al menos para mi, este PSOE).
- Otro compañero comentaba dos cosas interesantes. Una es la falta de cuestiones urbanísticas que son muy importantes y por otro que en el actual marco legal (la reforma local) la gestión directa y especialmente las remunicipalizaciones van a ser muy difíciles.
Ante esto respecto al urbanismo le acepto la enmienda al compañero y quizás habría que modificar el punto 4 un poco para incidir en cuestiones de urbanismo. Respecto a las remunicipalizaciones creo que en los puntos queda claro que es un horizonte y que habrá que pelearlo.
- Finalmente una reflexión mía a raíz de la última Sanchezfornetada en la que insinuaba que se unía a Podemos, al punto número 5 es necesario añadir una cuestión más “el rechazo a la criminalización y represión de la protesta social”.
- Actualizado el 4/07/2014: Una compañera me indica que no solo es necesario el rechazo al machismo, sino que hace falta la incorporación del feminismo a las instituciones ya que rechazar el machismo no es feminismo, puesto que este tiene un cuerpo político y estrategias propias.
Asumo completamente su planteamiento y modifico el punto 5.
Después de estas aportaciones los puntos quedarían así:
- Lucha contra las políticas de austeridad impuestas por la Troika y los gobiernos del Partido Socialista y el Partido Popular que tienen su expresión en el artículo 135 de la Constitución, la regla de gasto y la reforma local.
- Proceso Constituyente entendido también como la necesidad de practicar un municipalismo democrático. Las bases de este son la transparencia, la rendición de cuentas y la participación de los vecinos en las decisiones y también en la gestión del municipio.
- Defensa de los Servicios Públicos municipales, apostando por la gestión directa, especialmente en aquellos de carácter más vertebral y el estricto control de aquellos que estén externalizados con un horizonte de remunicipalización.
- Un diseño y gestión del urbanismo participativo,sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
- Incorporar el feminismo a las instituciones así como el rechazo al fascismo, al racismo, la xenofobia, el machismo la LGTBIfobia , y la criminalización de la protesta social.
Seguro que estos puntos pueden seguir enriqueciéndose con las aportaciones de todos y todas ya sea en los comentarios o por redes sociales.
5 puntos irrenunciables para converger en las municipales
Las elecciones del 25M han sido un mazazo para las fuerzas del régimen y han abierto ,todavía más, la ventana de oportunidad para una ruptura democrática de la que muchos y muchas veníamos hablando. Si ya andábamos algunos quedándonos (más) calvos, pensando en como hacer posible la convergencia, ahora ni os cuento.
Somos multitud de actores llamados a converger, (no solo a IU, PODEMOS o EQUO ,y quien crea que es así es que está ciego), venimos de tradiciones y formas de funcionar muy diferentes, eso supone un reto sin ninguna duda, pero quien afronta con éxito los retos suele estar llamado a jugar un papel importante en los acontecimientos y quien se esconde o los rehuye, suele estar condenado a jugar en el mejor de los casos un papel testimonial, cuando no a fracasar estrepitosamente.
Uno de los retos a los que nos debemos enfrentar es al de ¿Con quién converger? ¿Y cómo interpelamos a las personas y colectivos con los que queremos converger?. En mi opinión más que una lista de personas o de organizaciones y colectivos, lo primero que hace falta son unos mínimos irrenunciables, un mínimo común denominador, algo que recuerda a aquel tan polémico consenso de mínimos del 15M. Estos puntos mínimos tienen dos funciones: por un lado tratar de aglutinar y marcar unos ejes del futuro debate, pero por otro también , señalar una línea entre quienes quieren gestionar ( en algunos casos seguramente bienintencionadamente) el régimen y quienes buscamos la ruptura.
Tras un tiempo dándole vueltas, para mi estos son los cinco puntos irrenunciables a partir de los cuales se puede empezar a construir:
- Lucha contra las políticas de austeridad impuestas por la Troika y los gobiernos del Partido Socialista y el Partido Popular que tienen su expresión en el artículo 135 de la Constitución, la regla de gasto y la reforma local.
- Proceso Constituyente entendido también como la necesidad de practicar un municipalismo democrático. Las bases de este son la transparencia, la rendición de cuentas y la participación de los vecinos en las decisiones pero también en la gestión del municipio.
- Defensa de los Servicios Públicos municipales, apostando por la gestión directa, especialmente en aquellos de carácter más vertebral y el estricto control de aquellos que estén externalizados con un horizonte de remunicipalización.
- Un diseño y gestión de ciudad participativo,sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
- Rechazo del Fascismo, el racismo, la xenofobia, el machismo y la LGTBIfobia.
Una vez tengamos estos puntos claros, vendrá otra fase, pero de eso nos ocupamos otro día, de momento os dejo este artículo de Hugo Martinez Abarca para ir abriendo boca “Cuatro caminos hacia la convergencia” y la invitación al debate “Más allá de las primarias: participación democrática y confluencia social” que organizamos desde En Construcción el sábado 14 a las 12:00 en la Tercera.
La patada
Hoy cambia un poco el tono del blog para hablar de un tema preocupante y es la patada que los jóvenes españoles estamos recibiendo en nuestro país.
El viernes 18 estuve participando en una charla junto a Tania Sánchez (Diputada de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid) y Rosa Valiente (Secretaría Política de la UCJE en Madrid) sobre paro y exilio juvenil organizada por Jóvenes de IU-CM
Esta fue mi presentación donde se ven los datos que utilicé para mi presentación.
Ahora frente a estas situaciones dramáticas ¿Qué hacemos?
Lo primero es tomar conciencia de esta situación y que otras muchas personas tomen conciencia de ella, por eso campañas como estas son necesarias para que la gente sea consciente en que no hay nada de voluntario en tener que abandonar a tu familia y a tus amigos porque un determinado gobierno ha decidido que no es su papel garantizar un futuro digno a su población.
Lo segundo es organizarnos tanto fuera como dentro. Iniciativas como la marea granate son necesarias para que aquellas personas que se han tenido que ir sigan conectadas con la lucha. Pero también tenemos que organizar la resistencia en casa, hay mucha gente verdaderamente rota por la crisis que o están intentando aguantar o directamente se está dejando llevar por la corriente con el sentimiento de que son incapaces de gobernar sus propias vidas. Es fundamental que iniciativas como la Red de Solidaridad Popular crezcan en todos los pueblos y barrios.
Lo tercero es construir un nuevo modelo de país, no basta con querer “gestionar mejor” las miserias y los despojos. Debemos recuperar la amabilidad y la generosidad para sentarnos juntos y juntas dejando estúpidas rencillas a un lado, en muchos casos más relacionadas con el ego que con verdaderas diferencias políticas, para que a este país no lo conozca ni el dictador que lo parió.