October, 2013
now browsing by month
La patada

Hoy cambia un poco el tono del blog para hablar de un tema preocupante y es la patada que los jóvenes españoles estamos recibiendo en nuestro país.
El viernes 18 estuve participando en una charla junto a Tania Sánchez (Diputada de Izquierda Unida en la Comunidad de Madrid) y Rosa Valiente (Secretaría Política de la UCJE en Madrid) sobre paro y exilio juvenil organizada por Jóvenes de IU-CM
Esta fue mi presentación donde se ven los datos que utilicé para mi presentación.
Ahora frente a estas situaciones dramáticas ¿Qué hacemos?
Lo primero es tomar conciencia de esta situación y que otras muchas personas tomen conciencia de ella, por eso campañas como estas son necesarias para que la gente sea consciente en que no hay nada de voluntario en tener que abandonar a tu familia y a tus amigos porque un determinado gobierno ha decidido que no es su papel garantizar un futuro digno a su población.
Lo segundo es organizarnos tanto fuera como dentro. Iniciativas como la marea granate son necesarias para que aquellas personas que se han tenido que ir sigan conectadas con la lucha. Pero también tenemos que organizar la resistencia en casa, hay mucha gente verdaderamente rota por la crisis que o están intentando aguantar o directamente se está dejando llevar por la corriente con el sentimiento de que son incapaces de gobernar sus propias vidas. Es fundamental que iniciativas como la Red de Solidaridad Popular crezcan en todos los pueblos y barrios.
Lo tercero es construir un nuevo modelo de país, no basta con querer “gestionar mejor” las miserias y los despojos. Debemos recuperar la amabilidad y la generosidad para sentarnos juntos y juntas dejando estúpidas rencillas a un lado, en muchos casos más relacionadas con el ego que con verdaderas diferencias políticas, para que a este país no lo conozca ni el dictador que lo parió.
Cocido Madrileño

A mucha gente le puede costar entender lo que sucedió el pasado fin de semana en la conferencia de organización de IU-CM, ¿Por qué la mitad de la organización no acudimos a la citada conferencia? Desde la Cocina política de Gon traemos esta una nueva receta de los creadores de puchero de conferencia:
Ingredientes:
- Una Asamblea Regional con 850 delegados que termina antes de poder debatir las modificaciones de estatutos.
- Una convocatoria de conferencia de organización con normas no aprobadas estatutariamente
- Una comisión de Arbitraje y Control absolutamente desbordada por las impugnaciones.
- Una propuesta de modificación de estatutos digna del madracismo.
- 309 enmiendas aprobadas por las asambleas de base.
- Un proceso de debate y aprobación de enmiendas ligeramente delirante
Ponemos en remojo durante 10 meses una Asamblea Regional que acabó con la organización partida en dos bloques de tamaño casi idéntico (los ya famosos 51% y 49%) y en la que no dio tiempo a debatir las modificaciones estatutarias.
Cogemos el mandato surgido de la Asamblea y lo retorcemos hasta que diga lo que nosotros queremos que queda convocada una conferencia para modificar los estatutos y con ello nos saltamos la necesidad de acuerdo entre las 3/5 del máximo órgano entre asambleas para aprobar las normas de una conferencia. Así tenemos una conferencia mucho más cuca, más manejable y por supuesto donde nos aseguramos ser mayoría para aprobar lo que queramos.
Ahora sacamos del congelador nuestra propuesta de modificación de estatutos Madracista (Es Madracista porque en honor a su cocinero original, Javier Madrazo, quien logró quedarse con las siglas en Euskadi a pesar de haber sido expulsado él y su gente por hacer cosas muy turbias).
Para adornar nuestra propuesta Madracista la echamos al puchero que hemos preparado 309 enmiendas realizadas por las asambleas de base mediante el debate democrático y horizontal especialmente para contrarestar el mal olor que tiene la propuesta Madracista (es una mezcla del de la col hervida con brocoli y unos calcetines postmanifestación un 30 de Julio).
Dejamos que todo se cueza en la olla de la comisión de arbitraje y control durante meses con algunos movimientos como “que sí que voy a intervenir”, “que sí que voy a mediar”, “que sí que voy a negociar” todo eso ayudará a que la receta coja cuerpo aunque al final la comisión de arbitraje no llegue a fallar antes de que se celebre la conferencia.
Ahora por fin añadimos el último toque: un formato de debate ligeramente delirante donde resulta que no sólo se aprueban sino que se transaccionan las enmiendas de gente que no asiste a la conferencia.
Y ya está, ya tenemos nuestro cocido madrileño ahora podemos usarlo para pasar el rodillo en todos los espacios de la organización donde no conseguíamos ser mayoría o anular parte de su impacto donde ni haciendo un puchero de proporciones épicas lo lograríamos.