May, 2013

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Puchero de conferencia

Ingredientes:

  • Unas normas y un horario acordados por todas las partes
  • Un resultado previsiblemente adverso.
  • Un pollo de Ikea
  • Un proceso paralelo
  • Una web y canales informativos orgánicos

Fijamos unas normas acordadas por todas las partes y las mandamos a todos los comensales del puchero. Es importante que todo ello llegue desde una cuenta orgánica, firmada por responsables orgánicos y en PDF (con los logos de la organización mejor que mejor).

Ponemos a cocer a fuego lento las normas y las dejamos funcionar a su aire, con toda tranquilidad, hasta que empiece a hervir. En ese momento cogemos el resultado previsiblemente adverso y lo echamos. Si paráramos aquí la receta nos saldrían unas lentejas a la “Si quieres bien y sino las dejas”, pero no es lo que estamos preparando.

Ahora cogemos nuestro pollo de Ikea y comenzamos a montarlo, sé imaginativo/a,cuanto más mejor, para esto no hay instrucciones,el límite es el cielo o el pudor que tengas.

Después de montar tu pollo traspasas todos tus ingredientes (los demás los dejas fuera) a un puchero confeccionado a la medida. En ese puchero verás transformaciones milagrosas de las normas, los horarios, las acreditaciones, los votos, esa es la magia del puchero. Verás como poco a poco sale el resultado que tú quieres, ya sin ningún tipo de esfuerzo ni debate (los documentos y las enmiendas que tengas déjalos a parte, que eso de programa, programa,programa está muy viejo)

Finalmente presentamos el puchero a través de los canales de información orgánicos y solo queda disfrutar con el resultado (Recomendamos encarecidamente tener moderación en el número de veces que preparamos esta receta porque el puchero de conferencia repite mucho y da acidez).

Nota: Cualquier parecido  de esta receta con hechos reales sucedidos recientemente es mera coincidencia… ¿O no?

Plaza en Llamas 09-05-213 (Educación, Ley Wert, Huelga educativa, Toque a Bankia)

Esta semana en La Plaza en Llamas hemos tertuliado sobre Educación y la sección Barra Libre. Nuestros tertulianos han sido Santos Chiches @SantosChiches, Gonzalo Caro @Gcaro31 y Omar Méndez @Omarmolle. José Alberto García @albert75GS se ha encargado de las redes sociales, Cristina Costa @ereide_ de la coordinación de plató y Ricard Arís de la presentación.

Buñuelos de gobierno

Ingredientes:

  • Unas elecciones
  • Uno o varios gobiernos
  • Un régimen con sus instituciones
  • Un programa electoral

Opcionales:

Sazonamos con encuestas  un programa electoral y lo dejamos a remojo en el marco de unas  elecciones, preferiblemente generales. Iremos viendo como el efecto de las encuestas puede provocar algunos cambios en nuestro programa electoral, lo único con lo que tenemos que tener cuidado es de no pasarnos porque un exceso de encuestas puede hacer que la masa no cuaje nunca.

Una vez accedemos al gobierno horneamos nuestro programa en la realidad, dada la situación de crisis que vive nuestra sociedad, si ahora intentamos esta receta seguramente el horno se caliente a una velocidad tremenda, así que el truco está en la audacia y rapidez con la que seamos capaces de hacer esta receta, porque si tardamos demasiado es probable que se nos achicharren los buñuelos.

En este momento debemos decidir con que rellenamos nuestros buñuelos:

Podemos elegir dejarlos completamente vacíos, la receta quedará extremadamente sosa y  además suele producir que el buñuelo quede muy duro por fuera contrastando con el vacío interior.  Podemos tratar de adornar el exterior, pero seguramente no termine convenciendo ni a los más fanáticos de nuestra cocina política, y muy probablemente nadie quiera repetir nunca jamás nada que cocinemos.Esta variación de la receta la podríamos llamar “Buñuelos de Gobierno a la Zapatero”.

Podemos añadir picadillo de promesa política como relleno. Lo malo del picadillo, es que suele ser muy poco consistente y además es una receta algo tosca  que no pega con los paladares exigentes que suelen degustar los buñuelos de gobierno.  Por otro lado  lleva muy mal largos periodos de tiempo expuestos al calor del horno de la realidad (lo que los más exigentes chefs llaman “un bluf” o “mucho lirili pero poco lerelele”). Esta variación de la receta la podríamos llamar “Bueñuelos de Gobierno a la Hollande”

El último relleno, y el que recomendamos encarecidamente desde esta humilde cocina es el del poder popular. Lo cierto es que este relleno merece una receta propia que pronto presentaremos, pero podemos adelantar que  necesita de muchísimo trabajo y muchísimo cuidado en su elaboración. También podemos aportar algunas claves para prepararlo en esta intervención de Alberto Garzón. Esta variación de la receta la llamaríamos “Buñuelos Constituyentes”

Llegamos al final de receta, para probar si nuestros buñuelos son buenos cogeremos un mazo, el del régimen, y los golpearemos. Desde nuestra experiencia y conocimiento podemos afirmar que si el buñuelo está vacío al principio no se romperá pero terminará resquebrajándose y haciéndose migas, arruinando todos los adornos que pusimos. Si está relleno de picadillo muy posiblemente reviente y esparza su contenido por todos lados encabronando bastante a los comensales. Finalmente si lo hemos rellenado de poder popular, correctamente preparado, aguantará y será del gusto de los paladares más castigados por la crisis , tal y como ponen de relevancia algunos de los mejores críticos de gastronomía política en algunos países de América Latina.

Quiero terminar agradeciendo a Hugo Martinez Abarca su post de hoy porque ha servido de inspiración para esta receta