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Diciembre 28, 2009

Los aguafiestas.

Aviso de la posibilidad de spoilers, si es que es necesario avisar de spoilers de novelas infantiles. Pero por si acaso.

Ahora que estrenan Donde viven los monstruos ( Where the Wild Things Are en el original) y la crítica está polarizada entre "es gafapásticamente perfecta" y "los niños van a tener pesadillas durante un mes" me ha venido a la mente un asunto que hace tiempo que le estoy dando vueltas.

No me dí cuenta de que había crecido leyendo un tipo concreto de libros infantiles hasta hace relativamente poco tiempo; mi infancia la ocuparon, literariamente hablando, bichos como los Batautos de Consuelo Armijo, alguna incursión en la kilométrica colección de Los Cinco y cantidades ingentes de tebeos. No sospechaba que existía gente empeñada en producir libros infantiles claramente antipáticos, ignoro si porque les sale así de forma natural o porque pretenden demostrar algo con ello.

Me explicaré. Mi ejemplo favorito es Un Puente hacia Terabitia, libro que yo desconocía hasta que se hizo la película hace unos pocos años. Se me ocurrió buscar información sobre la novela antes de plantearme ver la película - que por el trailer se parecía un poco a una Narnia de segunda B - y me pareció totalmente depresivo, pero depresivo a mala leche; pronto descubrí que no era una rareza dentro de la literatura infantil anglosajona.

Se empieza dejando claro que el niño o niña protagonista tiene problemas emocionales importantes, posiblemente incluso mentales (aunque esto último no se suele expresar directamente); como fruto de esos problemas, se inventan un mundo de fantasía que es reflejo de alguna forma del mundo real y pasan gran parte del tiempo ahí metidos. Luego ocurre una gran desgracia, normalmente se muere un ser querido y se supone que a raíz de eso el personaje madura de alguna forma.

La verdad es que me parece una cosa muy antipática. Soy muy partidaria de no dulcificar en exceso las historias infantiles, pero una cosa es eliminar todo rastro de tristeza y violencia y otra es... eso. Contarles a los niños una historia que dice que la fantasía es mentira y acabarás superándola cuando crezcas; que refugiarse en dicha fantasía es cosa de inadaptados, niños problemáticos o mentalmente inestables; que la desgracia te atrapará siempre. Un puente hacia Terabithia es especialmente antipática porque además la trágica muerte viene cargadita de culpa; el protagonista pasa el dia en un museo de arte con su profesora, pasa el mejor día de su vida... al volver su mejor amiga se ha matado en un accidente, y se deja entender que ocurre porque él no estaba.
...¿qué diablos de mensaje es ese para los chavales? no, borra eso: ¿qué clase de mensaje es ese? no sé, igual estoy errada; reconozco que no lo he leído y me guío por el resumen de la wikipedia, pero me da muy malas vibraciones...

Es como cuando en una película o una novela utilizan ese par de recursos generalmente odiados: "era un sueño" y "en realidad está loco y todo es producto de su mente enferma". Si, vale, muy ingenioso*, pero la mayoría de los lectores se van a sentir estafados. Si eso lo haces en un libro infantil, es que directamente eres un aguafiestas.


* en realidad, hace años que ya no.

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Se ve que no soy la única que piensa que hay una superabundancia de adultos antipáticos en esto de los libros infantiles (via NY Times). Se me olvidaba el subgénero "Maripili se droga" o "El papá de Nacho es alcoholico".

Posted by Delfina at Diciembre 28, 2009 9:22 PM

Comments

No he leido el libro de Terabitia, pero sí visto la película, cuyo trailer debería estar catalogado como uno de los más ultrajantes casos de publicidad engañosa, vendiendo como una "aventura en un reino de fantasia de parte de los creadores de Narnia (que pffff, por otra parte)" lo que en realidad es "Mi chica 6".

Estoy absolutamente de acuerdo con lo que dices, aunque te guies por la wiki, no vas en absoluto mal encaminada. Lo que desconozco es si el libro y la película tienen finales diferentes.

Veremos la de los monstruos a ver que tal...

Posted by: Gon at Diciembre 29, 2009 12:19 AM

Yo pensaba que los cuentos clásicos tenían por finalidad ir dejándole claro a los ninios que lo único que tiene la vida de camino de rosas son las espinas.

No obstante, tengo entendido que sí que era normal hace algún tiempo ver con muy malos ojos la imaginación y la fantasía. De hecho algunas obras pedagógicas consideraban la niñez una especie de mal trago por el que todos tenemos que pasar. Esos cuentos y su finalidad se ajusta muy bien a ese tipo de mentalidad.

Lo que me hace preguntarme... ¿cómo es la literatura infantil de hoy? ¿Qué valores quieren inculcar?

Este comentario ha sido realizado citando de memoria, sin contrastar con ninguna fuente de información fiable.

Posted by: Chache at Diciembre 29, 2009 12:40 AM

Chache, una cosa son los cuentos clásicos "con mensaje", cuya finalidad era esencialmente didáctica; Caperucita Roja se puede resumir en "si te vas con desconocidos aparecerás muerta en una zanja", Blancanieves nos enseña que puedes casarte y ser medievalmente feliz aunque tu situación familiar sea atroz; Jack y la mata de judías cuenta que el que se arriesga en los negocios con ingenio tiene posibilidades de triunfar, y así sucesivamente.

No te esconden la cara fea de la realidad, pero estos cuentos eran más optimistas, por así decirlo.

Y otra cosa es escribir libros así de chungos, que parece que el escritor esté recién levantado y con el prozac aún haciéndole efecto ò_ó

Posted by: Gatasombra at Diciembre 29, 2009 10:48 AM

Otra de las grandes virtudes de Dentro del Laberinto es ese final de "aunque crezcas y madures seguirás necesitando la fantasía"

Posted by: E. Martín at Diciembre 29, 2009 12:03 PM


He estado pensando sobre este post tuyo, y me viene a la cabeza sobre todo Roald Dahl; de mayor me gusta más que de pequeña, o quizá su recuerdo se ve ahora como algo agradable, pero cuando tenía nueve años, "James y el melocotón gigante" me dió bastante miedo, aunque "Charlie y la fábrica de chocolate" o "Matilda", por ejemplo, me dieron menos y me gustaron enseguida.

Esto de Terabithia suena fatal, a fantasía masoca de culpabilidad rara, me he leído la wiki; pero debo reconocer que como niña melancólica, me identificaba más con algo agridulce sobre una familia pobre pero feliz, como la de Charlie o con la protagonista de "Cuando Hitler robó el conejo rosa" que lo pasaban bastante mal, no en vano era la historia real de Judith Kerr, la autora.

Aunque creo que con un cuento así se pasan de amargaos, desde luego, también creo que es posible que algún niño conecte con esa historia o la necesite; pienso además que puede y debe haber todo tipo de humores en la literatura infantil, incluso esas terribles fábulas siniestro-moralistas de la bruja de Enid Blyton, qué me dan bastante repelús de todo tipo.

Y bueno, la fantasía de uno ya procuran que no se salga de madre con métodos más expeditivos, ojalá sólo te dieran historias chungas para leer, si bien si tienes la suficiente imaginación ya ves lo que son ya :)


Posted by: Xisca at Diciembre 29, 2009 2:01 PM

A mí personalmente lo que me molesta más es que me asocien la fantasía con el desequilibrio mental. "Oh,mira, se imagina cosas, seguramente está como una cabra".No me parece mal que las historias sean oscuras, ni que se putee al protagonista. Si mucho me apuras, no me importa que las historias terminen mal, si están bién contadas... aunque muy bién contadas tienen que estar para eso.
Si te fijas, los libros que mencionas no sólo acaban bién, sino que los mensajes son positivos.Es normal y creo que sano que los nanos pasen algo de miedo; pero de ahí a deprimirlos hay un trecho, digo yo. Que hay cosas por ahí que se las traen (ya las buscaré y las pondré, ya...)

Posted by: Gatasombra at Diciembre 29, 2009 2:37 PM


Sobre el subgénero que mencionas, el de telefilm de antena tres para niños, recuerdo un libro especialmente salvaje, era de Barco de Vapor, de uno de mis hermanos menores; no recuerdo el título, algo sobre un pájaro, quizá, pero en esa novela, un día cuando iban a la escuela tenían un terrible accidente de tráfico en el que la madre o el padre morían y la hermana salía disparada por el parabrisas y había que amputarle una pierna...es que me quedé de piedra. Me gustaría saber cuál es para que no lo leyese nadie, qué angustia, joder.

Y creo que era para niños de ocho años en adelante o así, que cómo se quedarían los pobres.

Posted by: Xisca at Diciembre 30, 2009 12:22 AM