Por la naturaleza de internet, la red está plagada de textos relacionados con gente que trabaja como informático. De hecho, es irónico que se diga “la naturaleza de” cuando se habla de algo artificial. Llevo usando un ordenador tanto tiempo que no lo mido por años. Lo hago por dioptrías. Si alguna vez hacen el corte hístico de mi ojo será como leer los anillos de un árbol. Me imagino a un cirujano asomado a mi humor vítreo ¹* leyendo las diferentes etapas de mi vida.
– Mira, ahí es de cuando las resoluciones eran de 640×480. ²*
– ¿Y toda esa zona dañada alrededor de los quince años?
– Ah, eso. El porno codificado del Plus.
Los departamentos de informática a lo largo del globo sufrimos de un mismo mal. Somos los pringados que arreglan las cosas. Infinita empatía mecánica a costa de nula vida social. Este estigma no se hereda en el trabajo, vienes con él de nacimiento. ³* Las solicitudes de trabajo para este tipo de puestos son siempre iguales. Recursos Humanos te convoca. Te hacen las preguntas sobre expectativas laborales. Sueldo. Experiencia. Mientras, sigilosamente, hacen clic en algún sitio de la pantalla diciendo a la vez «Vaya, otra vez el Excel me hace cosas«. En ese momento empieza la autentica entrevista. Tengo amigos que han acabado configurando Blackberrys, desfragmentando discos duros y arreglando el iTunes. Depende de si es una multinacional, de la competencia que haya y lo rápido que quieras empezar a convertirte en el acosador de la chica de Recursos Humanos. A veces hasta piratear la Wii.
Aún así los departamentos de informática tratan de crear una estructura para sentirnos distintos. Una ilusión, como el agua de sabores. Puedes tener en una misma planta a Helpdesk, Desarrollo, Hardware, Infraestructura... hacer incluso niveles de responsabilidad: “Primer nivel, Segundo, Tercero sin Ascensor…”. No sirve de nada ⁴*. La gente sigue diciendo «Informática» mientras señala a nuestro pequeño microcosmos. Hay un dicho común entre nosotros: Pobre del que esté en el camino del dedo apuntador.”
Funcionamos por asociación. Si cuando llegas al bus ya hay tres personas en fila, te pones detrás. Si ves que hay bulto, pues al bulto. Ese el proceso relacional que sigue la gente cuando pide cosas a un informático.
– Toma, ¿puedes arreglarlo?
– Es un tostador.
– Si, ya lo veo. ¿Puedes arreglarlo?
– Ehm. Soy informático. No electricista.
– No entiendo. Tiene un cable. Mira.
(Coge el cable, sosteniéndolo frente a tu cara como si él que no lo entendiese fuese tú)
Esta historia ha dado lugar a montones de variantes. Nos las pasamos los unos a otros como herencia. La del señor que cuando le dices por teléfono que cierre la ventana del navegador te pregunta si esa es la del salón o la del dormitorio. La del tipo que te dice que el posavasos funciona mal porque se mete al cabo de un rato. La de la señora que te devuelve el acelerador porque es muy pequeño y trae un ratón. La del tipo que le pides un pantallazo y hace una foto con el móvil al monitor ⁵*
Sigamos escaqueándonos del sentido común al grito “Yo es que no valgo para la informática”. Es el nuevo “Es que es mi primer día”. Y si no, tiempo al tiempo.
¹*: El humor vítreo sufrió una de las primeras asignaciones laborales inadecuadas. Inicialmente esperaba ocupar algún tipo de lugar importante como el humor negro o el verde. Al final acabó en una de esas entrevistas de dinámica en grupo junto con el humor blanco. Adivinad quién se quedó con el puesto. Más tarde le surgió un puesto temporal en el ojo mientras buscaba algo de lo suyo. Ahí sigue. Como esos ingenieros industriales que te sirven cafés y que te los tiran encima por accidente con un preciso ángulo de 32º en caída parabólica. Rango de temperatura entre 65 a 72 grados Celsius.
²*Todo el mundo sabe de resoluciones. O eso creo yo cuando os oigo hablar de vuestros iPhones con pantallas Truemotherfucker a prueba de babas de hipster y de dedos llenos de muffin del Starbucks
³* El proceso es sencillo. Los padres de uno compraban un video. Si sabías programarlo te regalaban el ordenador. Si no, un balón de futbol.
⁴* Para demostrarlo, un verano añadimos la figura de titulo, aparte de grupo y nivel. Yo era Mariscal de Primer Nivel de IT y un amigo Barón Segundo de Infraestructura. Figuraba en la firma de los correos corporativos que enviábamos. La coña duró un mes.
⁵*Todas verídicas. En esta última llegamos a la conclusión de que podía haber sido peor. Que se podría haber presentado el susodicho y habernos golpeado con la pantalla en la cara tal y como se lo habíamos pedido. En ese caso a ver quién se sacrifica para decirle que no tiene razón mientras los demás corren ⁶*
⁶* Yo no.