Y hype es esto
Felicidades. Si estás leyendo esto es que has llegado vivo hasta el final del 2014. Mientras que todos corremos por las calles al grito de “VIVOS, ESTAMOS VIVOS” o “PA HABERNOS MATAO” otros ya nos muestran lo que de puta madre que va a ser el 2015. ¿Para qué perder tiempo?
Las felicitaciones de año tienen mucho paralelismo con el mundo de los videojuegos. Yo os ilustro:
Cada año EA (Electronic Arts) saca un FIFA. Este año ha sido el 2014, antes fue el 2013. El que viene, con mala suerte, será el 2015. A EA le hubiese gustado que ese número no tuviera relación con el año pero si con el número de ediciones (o partes). Aunque lo han intentado no han podido ordeñar la vaca sagrada de los fifas desde el año 0. Fue en 1994 cuando sacaron un juego de fútbol llamado FIFA94 y ahí se quedaron tan panchos.
Nos dijeron que el juego era la hostia. Que los jugadores eran la hostia. Que las equipaciones, la hostia puta. Malo no tenía que ser si se llamaba FIFA94. Joder, querían vender la sensación de haber tenido ya 93 FIFAS detrás. Al menos eso es lo que debieron pensar los señores de marketing de EA (señores malvaderrimos mata sagas, pero eso es otra historia). Pero ocurre que al año siguiente el FIFA94 era la mierda porque los jugadores eran la mierda. Las equipaciones la mierda. Los gráficos totalmente algo del año pasado, … esas cosillas. Pero iban a sacar el FIFA95 que era la hostia con alas en todos los sentidos. Y más tarde llegó el FIFA96 que incluía un palo para poder alejar el FIFA95 de nosotros sin tocarlo. – “Ni con un palo” decían. Gran campaña publicitaria, sí señor. Viva el marketing.
Y así ha sido hasta nuestros días.
Cada año que abandonamos tiene el valor de lo vivido. Pero nos venden que el que se acerca es la hostia puta. Todos los años hacemos balance del que dejamos y el que viene tenemos la esperanza de que sea mejor. Da igual que haya sido un año impecable. El año que viene alberga el potencial de lo desconocido. Es la caja cerrada cuyo contenido desconocemos y aquí hemos venido a jugar. Cambiamos lo que tenemos por el contenido de esa caja. Bye bye 2014. Hola 2015. Va a ser mejor porque, vaya. Tiene un número más.
Eso se llama hype.
He empezado hablado de videojuegos con un ejemplo pésimo, el jodido FIFA. Yo me quedo con la versión del año de los RPGS (juegos de rol en general. No voy a ponerme a explicar los matices). El viaje a lo largo del año ha sido largo. Algunas partes han tediosas. Otras llenas de repeticiones pero necesarias para mantener el argumento. Incluso con los giros argumentales. Las cinemáticas cumplían su función para dar lugar al asombro y para mantener el interés en horas bajas. Sabes que no es el juego perfecto. No se pueden pasar los diálogos y algunas quest son repetitivas hasta vomitar. Pero oyes, lo has acabado y ocupa un lugar en la patata. Solo te queda disfrutar del final. Con los años miraremos atrás y la nostalgia hará el resto.
Por eso odio los juegos simuladores de fútbol. Porque me gusta vivir mis años como un juego de rol japonés.
Como propina desearos Feliz 2015. Recordad que este año es el único que acaba en 5 y que no rima con “Por el culo te la hinco”. He ahí el auténtico motivo de la vuelta de Ramonchu a las campanadas. Diez años ha tardado en superarlo el chaval.
Tenemos un canal de vídeo en el que nos creemos graciosos y somos graciosos. Hecho poco creíble por dos motivos
1. Una casualidad cósmica.
2. Venir por uno de los protagonistas del mismo.
Dadle al dedo y votad. Subscribiros malditos. Pensad en ello como nuestro regalo de navidad y hacednos felices. Si no, hacedlo por el pobre Timy. O por la ballesta que apunta a su única pierna buena. Sois geniales. (Sabemos que si fuera por vosotros el pobre Timy parecería un perchero de los flechazos que no vais a evitar, pero esa es la ilusión)