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Café Apex

El humor no es una enorme tarta de la que uno decide servirse. El humor está ahí. Te mira a los ojos. Se ríe de ti. Tú le preguntas «¿Qué es tan gracioso?» y no responde. A veces tratas de escribir sin más. Recorrer las  líneas de distancia que te separan de un texto que quieres escribir. Queridos cinco fans. Este es uno de esos textos vacios que llenan la nada.

Dentro de poco se acerca mi cumpleaños. Si os ponéis a pensarlo es una estupidez. Celebro que la tierra da una vuelta más alrededor del sol el día de mi nacimiento. Al final las vidas y los discos de vinilo tienen mucho en común. No le encontramos sentido a lo que suena a determinadas vueltas por minuto. No sabemos a cuantas revoluciones por vida funcionamos. El sonido solo es ruido. Cada año sumamos uno más pensando que el siguiente hará quizás que la melodía sea más ágil. Más suave. Menos ignota. El disco gira más rápido. Y un día se acaba.

Quizás esa sea la explicación. Cuando el disco de tu vida tiene pocas vueltas suena torpe. Cuando tiene demasiadas, cómico. La gente ríe. Con esa risa que te omite. ¿Qué canción seré? ¿Qué sonido era?. Y así una vida. Vuelta tras vuelta, y gracias por los regalos.

No sé mucho de la vida. Tengo una como todos. Quiero creer que la dirijo a lugares que jamás alcanzo. Que me paso cada instante de ella buscando un lugar tranquilo. Que cuando llego a él salgo del mismo porque no hay apenas gente. Frustración. Vacio. Ahora lo entiendo todo.

Pero entender no arregla las cosas. El tocadiscos gira. La tierra sigue sumando estropeadas vueltas. Dentro de dos semanas cumplo una más. Y sigo sin encontrar un ancla para frenar.

Café Apex

Todos los Lunes cumple ocho años

evolucion

Todos los lunes cumple ya ocho años. Eso en tiempo de internet es mucho.

 

Tenemos la necesidad de comparar con referencias. Elevarlo a una nueva magnitud. Medidas como «estadios de fútbol», «años de perro», «piscinas», «cubatas»… Ignoro a cuántos «rusos  blancos» equivaldrá mi blog. Ignoro qué parte es el vodka de dicha bebida. Al menos tengo muy claro la parte que es el café. No me hagáis hablaros de la que es la leche.

 

La gente dice que escribe diarios. Si lo pensáis es un nombre ridículo. Es lo que ocurre con los nombres que buscan algún tipo de consenso. «Diario». Uno ve esa palabra y le dicen que es algo en lo que uno escribe sus cosas, lo que le pasa, en qué piensa.

 

– Y se llama diario porque escribes ahí todos los días.

– No, no. Yo escribo cuando puedo. Cuando me apetece.

– No me jodas.

 

Entiendo que llamarlo «Cuandomeapetecerario» es confuso. No voy a ponerme a pensar en qué nombre ponerle a algo en lo que escribes dos días a la semana o cuándo te viene en gana. Alguien muy listo debió pensar en esto y creó las Moleskines. Pequeños diarios despojados de su temporalidad. Ahora se está forrando. Yo al menos he contribuido comprándole una.

 

La gente como yo cree que los nombres dan sentido y significado a las cosas. También creo en los impulsos y en buscarle motivos a posteriori a todo. Ambas partes de mi pelean dentro de mi mente por saber quién tiene razón. Es como una disociación. Este blog se llama «Todos los Lunes«. Publico cuando me viene en gana o estoy de ánimo. Adivinad qué parte de mi cabeza ganó esa lucha.

 

Un blog es la pornografía de los diarios. Llevo 8 años escribiendo y dibujando lo primero que se me cruza por mi velada razón. Sin duda son un montón de «Rusos Blancos». Podría hacer estadísticas y aburriros. De hecho, sé aburriros solo escribiendo sin pretensión de ellos. Imaginad si pusiese ganas. Pero hoy me apetecía celebrarlo de alguna forma. Porque ocho años son un montón de tiempo, y porque esta debe de ser la primera vez que me he acordado de ello.

 

Gracias por venir. Os daría un apretón de manos afable. Distribuiría abrazos, pero entonces tendría que dejar de apuntaros con un arma.

 

A los cinco fans, más el ninja.

 

PS: Os dije que la iba a rehacer para las tazas…

 

Sentido de la Vida

La importancia de tener una mesa

El Gremio de los Artesanos lleva años fabricando mesas para nuestros hogares. Dichas mesas han dado un valioso servicio en diversos lugares de la casa. Ya sea comedor, cocina o habitaciones. Los más afortunados incluso en el jardín.

Una mesa no es barata. El Gremio de los Artesanos insiste en ello. Una mesa es el producto de una gran cantidad de profesionales. Desde el leñador que selecciona el árbol.  El aserradero al cual llega el mismo. El conductor que trasporta la materia prima o el artesano que convertirá toda esa madera en una mesa. No olvidemos al profesional que la pone a la venta. Una gran cadena que ha de obtener su justo y pequeño margen de beneficio. Todo a su disposición para que puedan gozar de una mesa de calidad.

Una mesa no es barata, pero es qué todo el mundo necesita una mesa.  Sería injusto que hubiese gente que pudiese gozar de una mesa solo porque un vecino haya comprado una nueva y la regale porque ya no la utiliza. Más injusto aún es que se la encontrase en la calle. El Gremio de Artesanos tiene que regular este tipo de situaciones. El usuario final de la mesa podría percibir que el producto vale menos que lo que cuesta. O peor, evitar que vaya a disfrutar de un producto de menos calidad que una mesa nueva.

Algunos acusan injustamente al Gremio de Artesanos de estar haciendo grandes cantidades de dinero a costa de todo esto. Lo que no se entiende es que en el pasado, la artesanía no estaba reconocida como la profesión que es ahora. El gremio existe para que se protejan los derechos de aquellos que fabrican mesas. Sus derechos. Todo ello sin dejar de vigilar el peligroso uso que se está dando a las mesas en las bibliotecas o restaurantes. Lugares en los que montones de personas usan las mismas mesas para diversas actividades.

Hace poco el Gremio de Artesanos ha empezado a dar un importante apoyo económico a grupos políticos. Es normal que lo hagan, ya que estos han reconocido la importancia de la mesa en la sociedad moderna. Un derecho. Esto ha permitido que se empiece a legislar paralelamente en función de ciertas incidencias observadas por el Gremio de Artesanos. Por ejemplo, en algunos hogares existen superficies planas que potencialmente podrían usarse como mesa. De ahí es de dónde viene el canon por compra y posesión de casa. Este mismo se aplica, por si acaso, a las tiendas de campaña.

Recientemente se han venido observando cómo grandes superficies, tales como Ikea, ofrecían mesas de bajo coste, o incluso las regalaban si los compradores se llevaban las sillas. No solo eso. Promovían incluso el trueque de las mismas, o su reparación. Prácticas que vulneraban del todo los principios que defendía el Gremio de Artesanos. Si todo el mundo ahora puede tener una mesa, ¿cómo van a apreciar entonces su valor?

Esta mañana el Gremio de Artesanos ha anunciado que retira su cuantioso apoyo monetario a los principales partidos políticos del país. Curiosamente de ideologías opuestas.

Esta tarde se han intervenido y cerrado de forma fulminante todos lo Ikeas. Quizás eso haga pensar a quien menoscaba el valor de una mesa. Y que sirva de aviso. Menaje del Hogar, es un mensaje.