Café Apex
El humor no es una enorme tarta de la que uno decide servirse. El humor está ahí. Te mira a los ojos. Se ríe de ti. Tú le preguntas «¿Qué es tan gracioso?» y no responde. A veces tratas de escribir sin más. Recorrer las líneas de distancia que te separan de un texto que quieres escribir. Queridos cinco fans. Este es uno de esos textos vacios que llenan la nada.
Dentro de poco se acerca mi cumpleaños. Si os ponéis a pensarlo es una estupidez. Celebro que la tierra da una vuelta más alrededor del sol el día de mi nacimiento. Al final las vidas y los discos de vinilo tienen mucho en común. No le encontramos sentido a lo que suena a determinadas vueltas por minuto. No sabemos a cuantas revoluciones por vida funcionamos. El sonido solo es ruido. Cada año sumamos uno más pensando que el siguiente hará quizás que la melodía sea más ágil. Más suave. Menos ignota. El disco gira más rápido. Y un día se acaba.
Quizás esa sea la explicación. Cuando el disco de tu vida tiene pocas vueltas suena torpe. Cuando tiene demasiadas, cómico. La gente ríe. Con esa risa que te omite. ¿Qué canción seré? ¿Qué sonido era?. Y así una vida. Vuelta tras vuelta, y gracias por los regalos.
No sé mucho de la vida. Tengo una como todos. Quiero creer que la dirijo a lugares que jamás alcanzo. Que me paso cada instante de ella buscando un lugar tranquilo. Que cuando llego a él salgo del mismo porque no hay apenas gente. Frustración. Vacio. Ahora lo entiendo todo.
Pero entender no arregla las cosas. El tocadiscos gira. La tierra sigue sumando estropeadas vueltas. Dentro de dos semanas cumplo una más. Y sigo sin encontrar un ancla para frenar.